Osornino de 16 años necesita encontrar a su “gemelo genético” para seguir viviendo

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Benjamín Leal es un joven osornino de 16 años, deportista y muy cercano a la Iglesia Evangélica. Su sueño es estudiar, trabajar en minas y viajar, por lo que sabe que debe esforzarse mucho. Sin embargo, en agosto de este año sus sueños se vieron interrumpidos cuando sus médicos le dieron el peor de los diagnósticos. Tenía Leucemia Linfoblástica Aguda, el cáncer de sangre más frecuente en menores de edad.  Debido a la agresividad de la enfermedad, su única opción de cura es realizarse un trasplante de células madre sanguíneas, para lo que debe encontrar a un donante compatible; algo así como un “gemelo genético” capaz de salvarle la vida. 

Benjamín es el tercero de cuatro hermanos y los médicos ya les hicieron exámenes a sus hermanos para saber si alguno de ellos era compatible, pero lamentablemente no tuvo esa suerte y ahora su única posibilidad es encontrar a un donante no emparentado entre los millones que existen en el mundo. 

“A nivel internacional existen más de 30 millones de personas registradas como potenciales donantes; sin embargo, hay mayores probabilidades de encontrar al gemelo genético de Benjamín en Chile, ya que la compatibilidad está muy ligada al origen étnico de las personas”, explica Manuel Pérez, Coordinador de Campañas de DKMS Chile. 

Por esta razón, la familia de Benjamín, junto a la Fundación DKMS, realizarán una campaña de registro de potenciales donantes de células madre sanguíneas en la ciudad de Osorno, el día sábado 23 de noviembre entre las 10 y las 18 hrs en la Municipalidad de Osorno, ubicada en Av. Juan Mackenna 851. “Todas las personas de entre 18 y 55 años, que pesen más de 50 kilos y que tengan buena salud, pueden registrarse como potenciales donantes y quedar a disposición de todas las personas con cáncer de sangre del mundo, que puedan necesitar un trasplante para sobrevivir”, explican en la Fundación. 

Los padres de Benjamín hacen un llamado a toda la comunidad de Osorno, así como también a todos los chilenos, para que se registren como potenciales donantes y aumenten las probabilidades de que tanto su hijo como todos los pacientes que están en su situación, encuentren al “gemelo genético” capaz de salvar sus vidas. “Cada uno de nosotros podría ser la única persona en el mundo capaz de salvarle la vida a otro. Además, es una donación que se hace en vida y que no tiene consecuencias negativas para quien la realiza; es más bien un regalo el poder salvarle la vida a una persona con cáncer”, sostiene Michelle Vidal, mamá de Benjamín. 

El Proceso de Registro:

El proceso de registro consta de 2 pasos: llenar un formulario de consentimiento y tomarse una muestra de tejido desde el interior de las mejillas, con 3 cotonitos especiales para este tipo de análisis. 

La Donación:

En caso de que un donante sea requerido por un paciente por resultar compatible con él, podrá donar a través de cualquiera de estos 2 métodos, según lo que solicite el médico del paciente:

Sangre periférica: Es un proceso similar a una diálisis o a donar plaquetas. Durante los 5 días previos a la donación, el donante recibe un medicamento que moviliza sus células madre sanguíneas desde su médula ósea a su torrente sanguíneo. El día de la donación, se le extrae sangre por un brazo, la que es filtrada por una máquina de aféresis para obtener sólo sus células madre sanguíneas y luego esta sangre le es devuelta por una vía ubicada en su otro brazo. Es un proceso ambulatorio que dura una mañana. Una vez finalizado, el donante vuelve a su casa. DKMS ha hecho posibles más de 79 mil donaciones y ninguno de estos donantes ha presentado problemas a largo plazo. 

Médula Ósea: Las células madre sanguíneas son extraídas desde la pelvis del donante, donde hay una más alta concentración de médula ósea, que es muy rica en células madre. Es un procedimiento que se realiza en un pabellón bajo anestesia general, en el que el médico hace 2 pequeñas incisiones para extraer las células desde el hueso de la cadera. El principal riesgo está asociado a la anestesia general, como cualquier procedimiento médico de este tipo. Posteriormente, el donante puede sentir algo de dolor local en la zona de la incisión, la que desaparece al cabo de unos 3 días.