Sin duda que el anuncio del alza en el precio del metro en $30 no fue bien recibido por la ciudadanía, pero fueron los estudiantes quienes mediante evasiones masivas comenzaron a mostrar su descontento con el nuevo aumento en el precio del transporte, el que al finalizar la jornada del 18 de octubre había alcanzado ribetes impensados en todo el territorio nacional, los que perduran hasta hoy.
A causa de esta manifestación y los cuantiosos destrozos a nivel público y privado, el Gobierno decretó Estado de Emergencia, el que se replicó en diferentes ciudades con toque de queda, y siendo resguardadas por personal de Fuerzas Armadas.
Cinco días después del estallido social, el Gobierno anunció una serie de medidas para calmar los ánimos. El aumento en las pensiones básicas solidarias, un ajuste en el ingreso mínimo, un seguro de salud para enfermedades catastróficas, disminución en la dieta parlamentaria, entre otras medidas.
En medio de la crisis social el presidente Piñera hizo un cambio de gabinete, de esta manera llegó al ministerio del Interior Gonzalo Blumel, a Hacienda Ignacio Briones, a Economía Lucas Palacios, a la vocería Karla Rubilar y a la Segpres Felipe Ward.
Igualmente, el Gobierno confirmó públicamente la no realización en territorio nacional de la Cumbre APEC 2019 y la COP25, la cumbre de las Naciones Unidas por el cambio climático.
Paralelamente senadores, diputados y presidentes de distintas colectividades y sectores políticos, llegaron a un acuerdo por la paz social y una nueva Constitución, la que comenzará a definirse mediante un plebiscito en abril 2020 con el fin de que la ciudadanía defina entre dos opciones que permitirán cambiar la Constitución de 1980.
Continuando con los acuerdos, el oficialismo y la oposición anunciaron un nuevo marco de entendimiento en la discusión de los proyectos de la agenda social y del Presupuesto 2020, en medio de la crisis social del país, teniendo como ejes el acuerdo por pensiones, acuerdo por transporte, acuerdo por medicamentos, acuerdo por atención primaria y acuerdo por salarios.
Tras cumplirse cuarenta días de movilizaciones y manifestaciones sociales en todo Chile, se trabaja en modificaciones y concretar las propuestas para darle legitimidad al acuerdo social, proceso que busca la inclusión y transversalidad.