El 5 de septiembre, la gigante francesa de infraestructura Ardia acordó la compra del 33% de la sociedad que opera la autopista Vespucio Norte Express y el túnel San Cristóbal, operación cuyo monto no fue revelado, pero que según diversas fuentes superaba los US$200 millones.
Ese negocio, según se informó en el hecho esencial que dio cuenta del mismo, estaba sujeto a “algunas condiciones suspensivas propias de este tipo de operaciones”.
Tres meses después, esa transacción se mantiene frenada.
Este cambio se relacionaría con el acuerdo entre el gobierno y las operadoras de autopistas urbanas que se tradujo en la eliminación del alza de 3,5% real que podían aplicar anualmente las concesionarias. Consultada la concesionaria, aseguró no tener información al respecto.
Este es uno de los negocios que tenían algún grado de avance, pero a los que la crisis les modificó el contexto en que se estaban llevando a cabo. Otro es el de la venta de la torre Telefónica, emblema de la compañía española que, por lo demás, está evaluando diversas opciones para el futuro de sus operaciones en la región, incluida una venta o eventual salida a bolsa, y que estaba en la mira de varias empresas del sector inmobiliario.
La ubicación de la torre, que cuando se inauguró en la década de los 90 fue uno de sus grandes atractivos, hoy es todo lo contrario, pues Plaza Italia se ha convertido en el epicentro de marchas y acciones de protestas. Ello llevó a grupo Patio, que había presentado una oferta, a desistirse de la misma, dado que el negocio finalmente no pasó los filtros de riesgo que la firma tiene para inversiones de esta magnitud.
Otro negocio que se enredó fue el traspaso de activos forestales que había decidido explorar la empresa Masisa respecto de sus negocios en Chile y Argentina, como parte de un plan de reducción de su tamaño que ya se tradujo, por ejemplo, en la salida del mercado mexicano y brasileño. Según conocedores de la operación, aunque entre los principales interesados se había nombrado a CMPC, Arauco y Hanckook, otra empresa había presentado una oferta vinculante, la que fue retirada en medio del contexto social imperante.
Un cuarto negocio en esta condición fue la fallida venta de Hites. La empresa comunicó en la primera quincena de noviembre que resolvió suspender indefinidamente la búsqueda de un socio estratégico, entre otras razones, para hacer frente a la contingencia que vive el país en materia social.P
Fuente: Pulso – La Tercera
