Los campeones panamericanos del vóleibol playa parten en marzo próximo a disputar más de 10 torneos del circuito mundial con un solo objetivo: clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Deberán mantenerse dentro de los 15 mejores del mundo.
Luego de un verano donde han brillado en el circuito nacional y se coronaran bicampeones de la etapa sudamericana del vóley playa, Marco y Esteban Grimalt están enfocados en el que ha sido su sueño hace 10 años. Para eso han estado trabajando y entrenado fuertemente y en junio próximo, luego de que disputen varios torneos alrededor del mundo, podrán saber finalmente si clasifican a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“Hace una década nos planteamos un objetivo que era muy a largo plazo. Lo pensamos porque el vóley playa tiene una edad madura sobre los 30 años, el peak deportivo es cerca de los 33 y nosotros para Tokio vamos a llegar muy cercanos a esa edad. Nos adelantamos con Río, casi nos adelantamos con Londres, pero sin duda nuestro foco ha estado puesto siempre en Tokio. Estamos llegando a nuestro mejor momento, con una madurez deportiva que alcanzamos en 2019, donde tuvimos el año más positivo de nuestra carrera y esperamos no solo clasificar, sino que llegar a hacer una participación importante, ir a pelear por una medalla histórica para el país”, asegura Esteban Grimalt.
¿Entonces podemos soñar con una medalla?
El nivel en el circuito mundial es muy parejo entre las primeras 15 duplas del mundo. En 2019 tuvimos participaciones con los primeros 10 del mundo y tuvimos victorias y derrotas, entonces cualquier cosa puede pasar. Pero los Juegos Olímpicos es un torneo completamente diferente, las selecciones se preparan de forma distinta y cualquier cosa puede pasar. Pero claramente soñamos con lo más alto.
Tras una larga lista de títulos y su impresionante medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, los primos Grimalt están actualmente en la posición n° 13 del ranking mundial esperando mantenerse dentro de las mejores 15 duplas del mundo para asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Para ello, retomarán su participación en el circuito mundial, torneos muy importantes porque son los que les otorgan puntos para su clasificación a los JJ.OO. “Desde marzo a junio vamos a jugar alrededor de 10 fechas mundiales, comenzando con Qatar, Australia y México. Además, vamos a tener la final sudamericana en Linares en abril. Esa sí es importante porque al ser la final, la hace valer por tres y esos puntajes sí nos sirven para la carrera olímpica. Entonces, con esa final más los 10 mundiales que vamos a jugar, estaríamos cerrando la carrera olímpica y definiendo ya los clasificados”, aclara Marco Grimalt.
Exigencias del alto rendimiento
Los primos Grimalt comenzaron jugando vóleibol indoor, luego sumaron vóley playa, pero para los Juegos Odesur de Medellín en 2010, debieron optar. “En esos juegos clasificamos por vóley de gimnasio y por vóley de playa, pero no podíamos jugar en las dos categorías, así que tuvimos que tomar una decisión y ese fue el punto de inflexión en que dijimos vámonos por la playa, somos jóvenes, tenemos el mismo objetivo. Nos asesoramos muy bien con nuestra familia también, que está muy ligada al deporte y que es un factor fundamental en nuestra carrera y tomamos esa decisión”.
Han sido años sometidos a las más altas exigencias del alto rendimiento. Prácticamente los 12 meses del año están viajando, para cumplir con el calendario de competencias del verano del hemisferio norte y sur. “Es bien desgastante, de muchos viajes, de mucha recuperación, vuelos. Recién el año pasado nos pudimos tomar un mes de vacaciones, después de 6 años”, comenta Esteban.
Son 5 ó 6 horas de entrenamiento diario de lunes a sábado, combinando gimnasio y trabajo en arena, y donde la nutrición tiene un papel fundamental. “Nosotros jugamos un deporte en el cual durante torneos estamos bajo el sol, estamos jugando dos y hasta tres partidos diarios, entonces la suplementación y alimentación es muy importante para poder mantenernos en un buen estado físico y también para la recuperación muscular”.
Esteban Grimalt comenta que su alimentación se basa en tres grandes comidas: desayuno, almuerzo y cena y dos colaciones: media mañana y media tarde. Donde la dieta debe ser alta en proteínas, tratando de llegar a 2 gramos x kilo de peso, por lo que la suplementación es muy necesaria.
¿Qué sigue luego de Tokio?
“Hoy en día tenemos como objetivo clasificar a Tokio. Obviamente –como decía Marco- queremos ir a tener una buena participación, queremos ir a luchar por medalla, y no hemos pensado mucho lo que va a pasar después. Sin embargo, algo que es común en los deportistas, es que cuando tenemos un objetivo, al cumplirlo, pasa a ser la base del siguiente objetivo y siempre se van renovando y buscando nuevos objetivos, nuevas metas que nos siguen manteniendo motivados y haciendo lo que nos apasiona, que es el vóley playa”.
Los primos Grimalt están confiados en su clasificación a Tokio 2020 y saben que luego de esa cita olímpica ya van a estar pensando en la siguiente, y en los pasos previos que deben cumplir para conseguirlo, siempre con un objetivo claro, con la mente puesta siempre en algo grande, en el sueño que quieren cumplir.