Los hechos se gestaron la mañana del 25 de enero pasado cuando el buzo indentificado como J.C.V.R. se desempeñaba en labores de extracción de mortandad y la revisión de peceras en el Centro de Cultivos Detif en la comuna de Puqueldón.
Al volver a superficie manifestó molestias y dolores en sus extremidades, por lo que el supervisor habría decidido aplicar oxígenoterapia en el pasillo del centro, ante lo que el afectado habría visto aliviadas sus molestias, pero no fue trasladado a un recinto asistencial para ser observado, sin embargo, pasadas las 18.00 horas, del día siguiente se coordinó con el prevencionista de riesgos de la empresa el traslado hacia el Hospital de Castro para recibir atención.
En el centro asistencial, fue atendido por un médico general quien descartó cualquier gravedad y lo derivó a su casa con reposo y medicamentos. Sin embargo, un día después, 27 de enero, se trasladó a la Mutual de Seguridad. Donde el médico tratante sí vio relación causa-efecto entre lo que le pasó ese 25 de enero y los síntomas que mantenía.
En ese contexto, el paciente habría sufrido el accidente que pasó inadvertido por varias horas y que no fue pesquisado por médicos durante las primeras atenciones hasta que finalmente fue diagnosticado y trasladado hacia el Hospital de Ancud para ser ingresado a la Unidad de Tratamiento Hiperbárico de dicho recinto hospitalario.
El director subrogante de la Dirección del Trabajo en la Región de Los Lagos, Ernesto Morales, precisó que como no tienen el control del proceso productivo, sólo pueden verificar que las empresas cumplan con la normativa para reducir la brecha de accidentes.
La indagatoria se caratuló en la fiscalía local de Castro como un eventual cuasidelito de lesiones, mientras que de momento ni el hospital del Castro, ni la empresa salmonera se han referido a este nuevo episodio que pone en entredicho la capacidad de respuesta ante accidentes laborales en el mar.