Las controversias limítrofes entre países, se sabe cómo comienzan, pero nunca como terminan. Estas pueden desembocar en una guerra con consecuencias catastróficas para las naciones involucradas. Por eso el valor que se le asigna a este tratado en beneficio de la paz para ambos países es invaluable.
Hoy a 40 años de 1984, en que se firma el tratado, se puede leer la historia sin tensión, pero no por ello sin preocupación porque estuvimos muy cerca de un enfrentamiento, gracias a este acuerdo hasta hoy hemos podido vivir en paz, fruto de la intervención del Cardenal Antonio Samoré, encomendado por el Vaticano.
La Subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de La Fuente, así lo destacó cuando se dirigía a la ceremonia de instalación de una placa en la frontera, en homenaje al Cardenal Samoré.
En el presente el paso Cardenal Antonio Samoré es el segundo más importante de Chile, según Gloria de la Fuente.
Por eso a la ceremonia asisten los embajadores y parlamentarios de ambos países.
Ante el deplorable estado de la Ruta Internacional 215, se le consultó sobre este tema de urgente solución, sabiendo que no es la cartera ministerial que tiene responsabilidad en el tema e insistió en las obras que se realizan en la infraestructura del paso y tangencialmente en las vías de comunicación con la frontera.
Esperemos que más allá del bello paisaje que disfrutaba la Subsecretaria de la Fuente, pueda enviar un mensaje a la cartera de OOPP para que el histórico paso tenga una ruta que esté a la altura de la calidad que necesita el segundo paso fronterizo de Chile.