A las 15:11 horas del 22 de mayo de 1960 un violento sismo se percibió en gran parte de Chile, alcanzando una magnitud de 9.5 en escala Richter y una intensidad de entre XI y XII grados en la escala de Mercalli.
El megaterremoto de Valdivia, ocurrido un día como hoy hace 59 años, es el evento sísmico más potente registrado instrumentalmente en la historia de la humanidad.
Según el Centro Sismológico Nacional (CSN), la ruptura extendió un segmento de cerca de 1.000 kilómetros de longitud de la interfaz de la subducción chilena (placas de Nazca-Sudamericana) con un deslizamiento promedio de 20 metros. Dicha extensión geográfica define lo que los expertos han denominado el segmento «Valdivia» de la zona de subducción (desde -37° hasta -46° latitud, aproximadamente).
El sismo, que se prolongó por 10 minutos aproximadamente, devastó todo el territorio chileno entre Talca y Chiloé, es decir, más de 400.000 kilómetros cuadrados. Además, fue acompañado por un tsunami que provocó una sucesión de enormes olas que arrasaron con las ciudades costeras.
Asimismo, el megaterremoto hundió algunas zonas que quedaron sumergidas bajo el mar, desatando un derrumbe en el río San Pedro que, de no haber sido solucionado rápidamente, habría arrasado con lo que quedaba de Valdivia.
Gran parte de las construcciones de la ciudad se derrumbaron inmediatamente, mientras el río Calle-Calle se desbordaba e inundaba las calles del centro de la ciudad.
Los Ángeles fue destruida en un 60 por ciento y Angol por sobre el 82 por ciento, quedando 6.000 personas en dicha ciudad sin hogar. El lago Villarrica se desbordó, mientras un alud de tierra sepultó a los 300 habitantes de la comunidad mapuche de Peihueco.
Puerto Montt sufrió la destrucción del 80 por ciento de sus edificaciones, tanto por el terremoto como por el tsunami y los posteriores incendios.
En Chiloé, gran parte de los pueblos costeros también sufrieron el embate de las aguas y se destruyó la mayor parte de los palafitos que en lugares como Chonchi o Dalcahue; los pequeños poblados de la costa occidental quedaron aislados y Rahue fue completamente arrasado.
Se estima que esta catástrofe natural costó la vida de entre 16.556 y 21.907 personas, y dejó más de 2 millones de damnificados.
Hernán Olave, director de la Radio Camilo Henríquez, así describió el gran terremoto de Valdivia en su libro Horas de la tragedia o el cataclismo de Valdivia (1961): «El terremoto era como un gigantesco cíclope que con un enorme mazo iba aplastando todo con furiosa ira. Un solo golpe y abajo la torre del cuartel de Bombas… Impuestos Internos, el Centro Español, la Catedral, la Iglesia Evangélica y tantos otros. De pronto el gigante enloqueció y empezó a repartir mazazos a diestra y siniestra, dejando brutalmente herida a toda la ciudad».
Consecuencias en el mundo
La onda expansiva del terremoto comenzó posteriormente a recorrer el océano Pacífico. Unas 15 horas tras el evento en Valdivia, un tsunami de 10 metros de altura azotó la isla de Hilo, en el archipiélago de Hawái, a más de 10.000 kilómetros de distancia del epicentro, provocando la muerte de 61 personas.
Similares eventos se registraron en Japón, Filipinas, Rapa Nui, California (EE.UU.), Nueva Zelanda, Samoa y las islas Marquesas.
Todo comenzó en Arauco
Estudios posteriores afirmaron que el megaterremoto de 1960 en realidad fue una sucesión de más de 37 sismos cuyos epicentros se extendieron por más de 1.350 kilómetros.
Antes del amanecer del sábado 21 de mayo de 1960, a las 06:06 horas, un fuerte sismo sacudió gran parte del sur de Chile. Se registraron 12 epicentros en la costa de la península de Arauco, actual Región del Biobío.
El movimiento tuvo una magnitud de 7.75 en la escala de Richter y de VII en la escala de Mercalli, afectando principalmente la ciudad de Concepción, Talcahuano, Lebu, Chillán y Angol y fue percibido entre el Norte Chico y la zona de Llanquihue.
Fuente: Cooperativa