Fue ayer cuando, tras una sesión extraordinaria, Codelco anunció que se avanzaría en el cese de operaciones de fundición de la División Codelco Ventana, y más tarde, el Presidente Gabriel Boric lo confirmó argumentando que «no queremos más zonas de sacrificios».
Los alcaldes de las comunas involucradas, abordaron el aviso apuntando principalmente a la inversión. Mauricio Carrasco, jefe comunal de Quintero por ejemplo, aseguró que el hecho «nos pilla por sorpresa». De hecho, precisó que respecto al cierre «no he estado nunca de acuerdo».
«Para mí la solución era la inversión. Invertir en tecnologías para la planta que no daba más refinando como lo estaba haciendo», dijo en conversación con CNN Chile. Y, agregó que «en los momentos más difíciles de mi vida, siempre dije que había que invertir. Si Codelco o los distintos gobiernos hubieran invertido hace muchos años atrás, no estaríamos en esto».
Según explicó, lo que le preocupa es que en la fundición hay casi 320 trabajadores de planta, 400 contratistas, por lo que «ahí dejamos a 700 familias sin trabajo».
Cabe mencionar que según el Mandatario el cese de operaciones se realizará «mediante un proceso gradual y responsable con la población y las y los trabajadores». Incluso, aseguró que ninguna persona ligada a la firma estatal perderá su puesto laboral.
Por su parte, Marcos Morales, alcalde de Puchuncaví, criticó el aviso señalando que la «decisión exprés» del Gobierno «es 10 veces más cara que la solución que se nos planteó siempre».
«Creo que aquí hay un tema mucho más profundo, esto no puede ser tratado de esta manera, aquí hay un daño por más de cinco décadas, aquí hay familias que se proyectaron en esto, por lo tanto, si no están dispuestos a invertir en lo que siempre se nos dijo que era la solución, y hoy día se toma una decisión que es 10 veces más cara que la solución que se nos planteó siempre, quiere decir que el error en profundidad de Codelco División Ventanas era mucho más grande y que nunca se nos reveló como comunidad», sostuvo a Cooperativa.
De acuerdo con lo que indicó, el cierre de la división tiene un costo aproximado de 500 millones de dólares. «Es mucho más de lo que se estimó invertir para poder bajar las emisiones y quedar a nivel mundial y ser una empresa de referencia», acusó, lo que sería 56 millones de dólares. Asimismo, denunció que eso «quiere decir que la alternativa de la inversión siempre fue una mentira».
Fuente: Emol.com