Fue el octavo partido en la cuestionada era de Eduardo Berizzo y el primero de la Roja en Chile, desde su llegada. La gente sí respondió, repletando el estadio Monumental con casi 35 mil personas. Y la Selección por poco defrauda, pero logró reponerse y ganó agonicamente por tres a dos goles ante Paraguay, en un amistoso por la fecha Fifa.
Tras el minuto de silencio por los fallecimientos de la seleccionada de hockey sobre césped, Claudia Schüler y la sargento segundo de Carabineros, Rita Olivares, se dio inicio al encuentro, donde los visitantes mostraron de inmediato un juego más ordenado y mucha presión ante la defensa chilena. Fueron varios minutos donde la experiencia de Claudio Bravo fue la prenda de garantía.
Tímidamente la Roja comenzó a acercarse, teniendo a Ben Brereton como principal agente de ataque. Tras una falta a Vidal, se produjo un tiro libre indirecto que encontró la cabeza de Paulo Díaz a los 25′, haciendo celebrar al Monumental.
Pero, la albirroja (que esta vez jugó de azul), puso dos estocadas consecutivas para dar vuelta el marcador: a los 31′, Matías Rojas anotó el empate y a los 33′, Gabriel Ávalos hizo el segundo.
Al retorno del descanso, el «Toto» Berizzo dispuso el ingreso de Alexis Sánchez, que había quedado fuera del once inicial por precaución médica. Minutos después, el joven Alexander Aravena reemplazó a un lesionado Ben Brereton. Ambas sustituciones dieron más volumen de ataque a Chile, pero la falta de finiquito sigue siendo un problema sin resolver.
Sin embargo, apareció uno que anda encendido. A los 75 minutos, Alexis Sánchez a la entrada del área chica, puso el empate que, hasta el momento, parecía definitivo. Para las estadísticas, Paulo Díaz de Chile y Ramón Sosa de Paraguay, fueron expulsados por empujarse, a los 80′.
Y a los 92′ se soltó la alegría contenida hace tanto tiempo: córner ejecutado por el Maravilla, con un efecto endiablado que confundió al portero paraguayo, anotando un autogol con tintes de gol olímpico. Tres a dos y Chile respiraba, al fin.
Sufrido triunfo de la Roja que terminó con la racha sin victorias del seleccionado masculino nacional y le dio aire fresco a Eduardo Berizzo, duramente cuestionado por el medio, debido a la sequía de triunfos al mando del equipo de todos. Igualmente, hay que mejorar demasiado, de cara al comienzo de las Clasificatorias en septiembre próximo.