Radio Sago ya lo había dejado en evidencia durante el viernes recién pasado, que el flujo de turistas que salía de Chile hacia Argentina, era numeroso.
Incluso, en terreno se pudo comprobar que, durante esa mañana, de los ocho módulos de atención migratoria que están a cargo de la Policía de Investigaciones, solamente atendían tres y ocasionalmente cuatro, causando un evidente retraso en un día aparentemente normal en el complejo fronterizo Cardenal Samoré.
Algo que evidentemente molestó a los usuarios que hicieron una larga fila, soportando el frío.
Y a pesar de que se esperaba un tránsito relativamente promedio, el anuncio de que la aduana chilena atendería hasta las 16 horas, tras una solicitud de la aduana argentina por una serie de problemas de electricidad, obligó a muchos a adelantar sus movimientos.
Sin embargo, desde el complejo nacional reconocieron que la atención de personas que venían desde Argentina superó el horario de cierre e incluso, llegando sobre el horario normal, esto es, después de las 18 horas, así lo reconoce la delegada presidencial provincial, Claudia Pailalef.
A pocos días del fin de semana largo por el uno de mayo, el complejo fronterizo enfrentará una nueva prueba de fuego ante la avalancha de personas de lado y lado, cuyo funcionamiento, está dejando más caras largas por la espera, que satisfacciones por los planes de contingencias.