La industria láctea mayor recibió 1.991 millones de litros en 2016, mientras que las plantas menores totalizaron 330 millones de litros. Pese a ello, se prevé una pronta recuperación.
Destacados empresarios han decidido poner sus fichas en el mercado lechero. Ejemplo de lo anterior fue la inversión del ex controlador de D&S, Nicolás Ibáñez, quien suscribió un aumento de capital por el 10% de la lechera neozelandesa Manuka en US$ 25 millones. Lo anterior se suma a otros negocios en este rubro que en el último año han cerrado Lactalis y Larraín Vial.
Pese a ello, la actividad está lejos de ser pujante, ya que desde hace 10 años atraviesa por un serio estancamiento. Según cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), dependiente del Ministerio de Agricultura, la producción total en 2006 fue de 2.400 millones de litros, mientras que el año pasado fue de 2.525 millones de litros.
Así, de acuerdo con estas cifras, en el período 2006-2016 se registró un crecimiento de solo 5,2% en producción de leche. Este escenario ha sido fuertemente influenciado por la sequía y los precios internacionales deprimidos.