Fuente: LaTercera
En el marco de los diversos sucesos ocurridos el último tiempo en nuestro país, en el cual se han visto actos de presión explícitos desde comuneros mapuches hacia el Gobierno, y en conjunto a ello, la »Operación Huracán» que logró la detención del líder de la CAM con otros más, de quienes se supo, recibían apoyo económico y de armamento desde distintas partes, el ex Subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla realizó un análisis de cómo se han afrontado estos hechos, y por qué y bajo qué criterio finalmente, el Ejecutivo cede ante las presiones de éstas personas, obviando el correcto respaldo al funcionamiento de las instituciones para erradicar el »terrorismo».
El no avanzar como se espera contra el »terrorismo doméstico», según Ubilla, es debido a que sectores de la NM e izquierda, conjuntamente han aplicado tolerancia irrisoria hacia éstos actos que, para el común de la ciudadanía, son hechos violentos, aboliendo de paso que sean utilizados para exigir cosas. Es por ello que acuña que »evidentemente tiene que ver con el parentesco ideológico de algunos de éstos con los grupos subversivos de su signo, entre ellos el MIR, a los que pertenecieron líderes de la CAM como Héctor Llaitul, que disfrazan su lucha de siempre bajo un proyecto secesionista que no representa a la inmensa mayoría del pueblo mapuche».
Por otro lado, se cuestiona la efectividad de la »Ley Antiterrorista» y cómo ha sido insuficiente para la obtención de respuestas para avanzar en este tema, responsabilizando a la NM de impedir que un área trascendental de la reforma a la Ley 18.314 relacionada a técnicas especiales de investigación, agentes encubiertos, entre otros, finalmente no pudiera concretarse.
¿Existe debilidad de parte del Gobierno frente a éstos asuntos?, la respuesta puede tener distintas miradas, lo que si para Ubilla el haber solicitado el cambio de medidas cautelares para los detenidos – en huelga de hambre- es algo que deja en evidencia que sí existe.
Concretar modificaciones a la actual Ley, algo que muchos han solicitado, sobre todo quienes se han visto directamente afectados por los ataques incendiarios, es algo »básico» que debiésemos tener todos como chilenos con la cooperación de organismos e instituciones nacionales, inclusive de ser necesario, internacionales. Todo esto para decir en un futuro: finalmente tenemos inteligencia, buena legislación antiterrorista y un clima político que realmente condena la violencia.
