Argentina publicó su primer inventario de glaciares e incluye hielos de territorio chileno

134

«El problema es grave», advierte el doctor en Glaciología Gonzalo Barcaza. En Campo de Hielo Sur suman 3.421 km², incluyendo 1.441 km² del sector aún pendiente de delimitación. Cancillería lo atribuye a las distintas escalas usadas por ambos países.

Hielos eternos que están en territorio chileno o en la zona del polígono pendiente de demarcación desde 1998, en Campo de Hielo Sur, son parte de lo que incluyó Argentina en su Primer Inventario Nacional de Glaciares, trabajo que presentó en mayo pasado en una ceremonia en la Casa Rosada y que a principios de agosto exhibió en un taller internacional de glaciología en Lima, Perú.

El trabajo, destaca la nota de prensa con que se publicó el inventario a la página web del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales, «convierte a la Argentina en el único país en el mundo en tener un registro detallado de sus glaciares y zonas periglaciares». Según los trasandinos, la revisión de datos que se desarrolló desde 2012 detectó que dentro de sus fronteras «hay 16.968 cuerpos de hielo cuya superficie, cercana a los 8.484 km², equivale a 41 veces la ciudad de Buenos Aires», afirman.

La superposición de los glaciares fue advertida por especialistas chilenos, como el PhD de la Universidad de Tsukuba (Japón) Gonzalo Barcaza, quien fuera por 10 años Jefe de la Unidad de Glaciología y Nieves del MOP, autor del Inventario de Glaciares de Chile, publicado en 2017 en una revista internacional especializada, artículo que no generó entonces ningún reparo público de parte de las autoridades argentinas.

En Campo de Hielo Sur, los argentinos suman 3.421 km² , pero están incluyendo 1.441 km²  del sector «B», que aún está pendiente de delimitación.

«El problema es grave, porque distorsiona el área glaciarizada de los Andes Patagónicos. En la práctica, están contando dos veces 404 km² en el recorrido del tramo ‘A’ y 107 km² de la cuenca del Pío XI, del sector ‘B’, que sin duda mira al Pacífico», enfatiza Barcaza.

La situación se puede visualizar al superponer el mapa que publican en su página con cartografía oficial aprobada por la Dirección de Fronteras y Límites de Chile (Difrol).

Aunque Barcaza hizo el ejercicio con mapas en la zona de Patagonia, asegura que el problema «se puede estar dando en otros lugares» a lo largo de la frontera con Argentina, como en la cuenca del Puelo, en Cochamó, Región de Los Lagos.

Y aunque sostiene que tuvo la oportunidad de presentar su inquietud a los autores del trabajo en el seminario en Lima, los trasandinos respondieron que su inventario se hizo sobre mapas vigentes de su Instituto Geográfico Nacional.

Para otro especialista, quien pide reserva de su identidad, «Argentina no respeta el Acuerdo de Límites de 1998, lo que genera que ambos países estén usando delimitaciones diferentes», razón que generaría en parte las duplicidades.

En la Cancillería chilena afirman que «Chile envió una nota a Argentina consultando sobre la sección ‘A'», y la respuesta trasandina sería la misma dada al glaciólogo en Lima: «Reprodujo mapa de antes del Acuerdo de 1998, en espera de cartografía que haga la Comisión Mixta de Límites». En todo caso, advierten en Cancillería, como está en el ámbito de trabajo de la Comisión Mixta Binacional, es materia reservada. Reconocen que revisaron en detalle el inventario argentino y que en las zonas que están demarcadas con ese país no hay diferencias y atribuyen a las distintas escalas de las cartas con que trabaja Argentina (Límites Oficiales del Instituto Geográfico Nacional, de 1:100.000, versión 2017) y Chile (Límites Oficiales del Instituto Geográfico Militar 1:50.000), la percepción de que ciertos glaciares argentinos ocupan una mayor superficie de la que en realidad tienen.

En el caso de las áreas que no están demarcadas, como los sectores «A» -entre el cerro Murallón y el cerro Daudet,- y «B» -entre el monte Fitz Roy y el cerro Murallón-, en la Cancillería reiteran que Argentina, a la espera de la cartografía oficial binacional, «usa su mapa previo al Acuerdo de 1998».

Una situación que, afirma la cartera, «no deja sin efecto para nada el Acuerdo de 1998, que es un tratado vigente. Ellos lo reconocen, lo único que están diciendo implícitamente es ‘voy a cambiar mi mapa cuando hayan terminado la cartografía oficial binacional de la comisión mixta para los dos sectores'».

Es una cartografía oficial que sigue pendiente en manos de la Comisión Mixta Binacional de Límites y que, según especialistas en el tema, está generando problemas como este.

Al tener ambos países la mayor parte del límite internacional ya acordado y definido gracias al trabajo conjunto de comisiones mixtas «se esperaría que en esos trazados (…) sea idéntico, pero no lo es», asegura el especialista que reserva de su identidad. Ello redunda en traslapes en todo el territorio nacional, porque aunque en la gran mayoría de la extensión se ve cierta concordancia, ambas versiones oficiales no son idénticas.

FUENTE: EL MERCURIO.