A once aumentaron los detenidos por los dos secuestros y un homicidio ocurridos en Collipulli, Región de La Araucanía. Hasta ayer en la tarde se sabía de seis capturados, pero en las últimas horas se sumaron cinco más.
Con esto, queda solo un sospechoso libre y que ya está identificado y con orden de detención en su contra.
En el caso están trabajando dos fiscales, Enrique Vásquez y Felipe González, además del equipo de la BIPE de PDI de Temuco y de la Región Metropolitana que llegaron a apoyar.
De acuerdo a los antecedentes que se manejan en la carpeta investigativa, el secuestro del primero de los dos hombres habría ocurrido el 2 de junio, cuando un grupo de unas seis personas acudió hasta la comunidad We Newén de Collipulli y raptó a un hombre -de iniciales E.A., de 46 años de edad- llevándolo hasta un sector rural, en donde se le mantuvo cautivo por poco más de una semana.
En tanto, el secuestro del segundo hombre habría ocurrido el 8 de junio, cuando un grupo de personas llegó nuevamente hasta la comunidad We Newen, en Collipulli, para llevarse por la fuerza a un hombre -de iniciales E.M., de 46 años de edad-, trasladándolo hasta el mismo punto en donde estaba el primero de los secuestrados.
La carpeta investigativa da cuenta que ambos estuvieron todo el tiempo en una especie de choza de material ligero, construida con madera y nylon, en los alrededores del sector Huapitrío, a unos 17 kilómetros hacia el oriente de Collipulli, por el camino San Andrés.
Allí fueron sometidos a graves lesiones ocasionadas por terceras personas, como golpes, quemaduras y cortes en distintos puntos de su cuerpo, cuyos detalles son perturbadores y no han sido revelados por constituir un riesgo para la condición psicológica de sus familiares, cercanos y vecinos.
Dinámica que se extendió hasta el 12 de junio, día en que los secuestradores golpean a sus víctimas y una de ellas simuló estar muerta para escapar.
Y lo logró, pues sus captores habrían estado bajo los efectos del alcohol y otras sustancias. Luego, llegó a un domicilio particular donde es asistido y se llama a Carabineros para denunciar el hecho. Sin embargo, aún quedaba una persona secuestrada en la choza.
En la carpeta de investigación consta que mientras una de las víctimas concretaba su huida, la otra era asesinada. Crimen que se habría concretado ahogándolo con vino.
Una de las hipótesis que maneja el Ministerio Público apunta a que las armas que desencadenaron el secuestro podrían estar relacionadas con el homicidio del sargento de Carabineros Francisco Benavides.
Eso explicaría el intento fallido de los secuestradores para deshacerse del cuerpo con ácido, que sería un químico de uso casero. Quienes conocen los detalles de las declaraciones de los involucrados explican que ante la dificultad para eliminar las evidencias biológicas, finalmente optaron por hacer un fogón para quemar a la víctima, y que se mantuvo encendido toda la noche del sábado 12 de junio, hasta la madrugada del domingo 13.
Hasta ahora, la PDI y la fiscalía aún no han logrado dar con el cuerpo y están desarrollando diligencias en la zona. Reconocen que no ha sido una tarea sencilla, sobre todo, porque según las declaraciones judiciales, se habrían arrojado los restos a un río cercano. El trabajo pericial también está enfocado en la revisión de algunas evidencias biológicas halladas en el sitio.
Fuente: Emol.com