El recién pasado 15 de julio, el Obispo de Osorno, Juan Barros Madrid, cumplía 59 años, jornada en la que compartió en una misa con las carmelitas, para posteriormente ser invitado a un almuerzo por parte de los religiosos y miembros del Obispado.
Pero el camino de Barros en Osorno no ha sido fácil. Sólo días antes de aquella celebración retornaban a Chile los dirigentes de la Organización de Laicos de Osorno que habían viajado a Bolivia para entregar una carta al Papa, para mostrar su descontento con el nombramiento del actual Obispo de la diócesis local.
Desde aquél episodio, por primera vez Monseñor Barros fue consultado públicamente por el viaje de los laicos al país altiplánico, instancia en la que evitó referirse al tema, remitiéndose a referirse a su labor con quienes más lo necesitan.
Y es que desde que asumió como Obispo de Osorno el 21 de marzo pasado, la Organización de Laicos ha efectuado diversas manifestaciones, la mayoría de ellas en el frontis de la Catedral, exigiendo su renuncia.
En este respecto, una vez más, la autoridad de la iglesia de Osorno, señaló que el tiempo, diálogo y buena voluntad, serían factores fundamentales para superar las diferencias.
Son más de 180 días los que la Organización de Laicos de Osorno lleva de vigencia en un proceso donde han señalado que no claudicarán en la avanzada que tiene por objetivo la dimisión de parte de Barros a la diócesis local, donde es actualmente el quinto Obispo en la historia de la ciudad.