Los principales mercados bursátiles de China continental, que habían permanecido cerrados durante la última semana por las celebraciones del Año Nuevo Lunar, registraron pérdidas que llegaron a superar el 9% en su regreso a las operaciones, a pesar de la intervención del Banco Popular de China (BPC), que anunció una inyección de liquidez de 1,2 billones de yuanes (154.477 millones de euros), para aminorar el impacto económico de la epidemia del coronavirus.
«En orden de mantener una liquidez razonable y abundante en el sistema bancario y una operativa estable del mercado de divisas durante el periodo de control de la epidemia, el 3 de febrero el BPC llevará a cabo una operación de mercado para inyectar 1,2 billones de yuanes con el fin de garantizar un adecuado suministro de liquidez», anunció el banco central chino este domingo.
Sin embargo, el selectivo de la Bolsa de Shanghai concluyó su primera sesión tras las vacaciones del Año Nuevo Lunar con un retroceso del 7,72%, después de haber llegado a perder hasta un 8,73%, mientras que el índice de referencia de la Bolsa de Shenzhen cedía un 8,41%, tras haber llegado a caer un 9% en la apertura.
Así, el selectivo CSI 300 cerró su primera sesión tras el parón vacacional con un retroceso del 7,88% hasta situarse en los 3,688,36 puntos.
El índice Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong, que había vuelto a cotizar la semana pasada con fuertes caídas recuperó este lunes parte de sus pérdidas con un alza del 0,22%, hasta los 26.370,96 puntos.