Nuevamente las calles de Osorno se repletaron de personas que llegaron al radio céntrico de la ciudad para manifestar de forma pacífica como ha sido la tónica en los últimos días.
Por dos horas, la población osornina muchos en familia transitaron por la comuna sin causar desmanes y demostrando que el movimiento se puede desarrollar en total tranquilidad.
Plaza de Armas fue el punto de reunión al final de la manifestación, en donde el ambiente comenzó a cambiar, para convertirse en prácticamente una fiesta, luego que un reconocido empresario de la zona prendiera a la multitud con música.
Llegó el momento del toque de queda a las 20 horas, mientras la comunidad sin intenciones de irse continuaba con bailes y canticos, bajo la mirada de los efectivos militares, quienes debían realizar su trabajo tras las ordenes establecida.
Esto derivó a que el coronel del ejército Nelson Cabezas subiera hasta donde se originaba la música, tomara el micrófono y diera un inesperado aviso “sigamos con esta fiesta otros 40 minutos”, lo que generó el aplauso de los presentes, junto con felicitaciones, abrazos e incluso fotografías con los militares.
Su explicación fue que es un trabajo de todos llegar a un bien común.
Posterior a este anuncio las personas siguieron disfrutando y evitando que un grupo mínimo de sujetos cauce algún acto vandálico. Luego tras una cierta hora en donde ya ni siquiera había música intervino la fuerza policial a pedido de la población tranquila que quedaba en el lugar.
Con la mayoría de personas dirigiéndose a sus hogares, la PDI, junto a Carabineros y el Ejército disiparon algunos incidentes como fueron un par de barricadas y un intento de saqueo a un supermercado del centro, sin embargo todo se pudo controlar.
Así concluyó una nueva noche de toque de queda en Osorno, con algunos cacerolazos tranquilos en diferentes sectores de la ciudad, sin embargo la imagen que quedó fue un Osorno que busca exigir sus derechos en paz.