La Cámara de Representantes de EE.UU. sacó músculo este jueves ante la posibilidad de nuevas «acciones militares» de la Casa Blanca contra Irán, mientras el Presidente Donald Trump intentaba convencer al Congreso de que tuvo motivos de peso para ordenar el asesinato del general iraní Qasem Soleimaní.
La Cámara Baja, de mayoría demócrata, aprobó una resolución no vinculante para reivindicar su autoridad en lo relativo a operaciones militares en el extranjero, en un clima de frustración por la falta de notificación de Trump al Congreso sobre la misión que acabó con la vida de Soleimaní la semana pasada en Bagdad.
«Merecemos el respeto del Gobierno, y el Congreso merece el requisito incluido en la Constitución de que nos consulten» en caso de una operación militar, dijo unas horas antes de la votación la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi.
Un simbólico golpe sobre la mesa La resolución, aprobada por 224 votos a favor y 194 en contra, presiona a Trump para que se ajuste a la Ley de Poderes de Guerra de 1973 en caso de que las actuales tensiones con Irán deriven en un enfrentamiento militar.
En concreto, exige que el Presidente entregue un informe al Congreso en las 48 horas siguientes a cualquier ofensiva que no esté basada en una declaración formal de guerra. Una vez que envíe ese informe, Trump debería detener cualquier acción militar en los 60 días siguientes, con una extensión posible de otros 30, a no ser que el Congreso declare formalmente la guerra o apruebe una autorización específica para esa acción militar en el extranjero.
Sin embargo, para evitar un previsible veto de Trump, los demócratas eligieron un tipo de resolución que se considera aprobada una vez que ambas cámaras del Congreso la ratifican y que no requiere la firma del Presidente, a pesar de que eso le resta fuerza de ley.
«Esto es una declaración del Congreso de EE.UU., no permitiré se vea disminuida por un veto» de Trump, explicó Pelosi sobre la resolución, que los demócratas impulsarán también en el Senado la semana que viene. Trump dejó clara su oposición a esa medida durante un mitin posterior en Toledo (Ohio), en el que ironizó con que no tenía sentido tener a tiro al «peor terrorista del mundo» y esperar a actuar hasta llamar a los líderes demócratas, y alegó que, de habérselo contado, la oposición lo habría filtrado a la prensa.
Un día después de que una reunión con legisladores de varios miembros de su gabinete intensificara el escepticismo en el Congreso sobre la operación contra Soleimaní, Trump ofreció por primera vez una razón clara por la cual decidió matar al poderoso comandante de Irán. «Lo hicimos porque (los iraníes) querían volar la embajada» estadounidense en Irak, aseguró Trump en una intervención en la Casa Blanca.
Fuente: Emol