Reflotó la polémica por la deuda de las Isapres que lleva un buen tiempo incomodando al mundo político y, especialmente, al Gobierno. Esto, luego de que arrancara el esperado proceso de devoluciones y enseguida la decepción e, incluso, la molestia de los afiliados se hizo notar.
En el marco de la implementación de la bullada ley corta, la cual ya ha tenido otros episodios que han generado malestar como el fin de los excedentes y un alza extraordinaria en los planes de salud, las Isapres comenzaron a informar a sus beneficiarios que tardarán 13 años -el máximo que contempla la ley- en pagar lo adeudado por cobros en exceso y que aquello, en consecuencia, se traducirá en pequeñas cuotas mensuales que, en algunos casos, son inferiores a los $1.000.
«Una burla», aseguró ayer la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, quien no tuvo problemas en criticar una normativa que ella misma instó a apoyar hace algunos meses, en medio de la reticencia que mostraban algunos parlamentarios oficialistas. En la misma línea se han expresado los legisladores, quienes han salido criticar duramente al Superintendente de Salud, Víctor Torres, quien aprobó los planes de pago de las aseguradoras e, incluso, se han abierto ha introducir cambios a la ley.
Ahora bien, hay algunas excepciones. Colmena tardará 10 años y no 13 en saldar su deuda, mientras que Nueva Masvida aseguró ayer que el 66% de los afiliados a los que cuales se les deben concretar devoluciones, se les pagará en su totalidad durante 2025.
Torres, ayer en entrevista con el canal 24 Horas, respondió a los cuestionamientos. Primero, defendió la ley corta, asegurando que el escenario sería «aún peor» si es que esta no hubiese existido. Tras ello, emplazó a las Isapres a «encontrar alternativas que les permitan mejorar estas condiciones (de pago), porque nada se los impide, siempre y cuando haya caja para ello, y para eso puede haber aumento de capital. Hay una serie de elementos que creo que las Isapres tienen que tratar de buscar para solucionar esto».
Pero más allá de las devoluciones, hay un puñado de dudas en torno a este proceso.
¿Las devoluciones son heredables? ¿Qué es el mecanismo de «pronto pago»? ¿Qué pasa si me cambié de Isapre o me fui a Fonasa?Incógnitas que el superintendente intentó despejar. ¿Qué pasa si un afiliado cambia de Isapre o sistema de salud?
Una de las dudas más recurrentes se refiere a los afiliados que cambian de Isapre o migran al sistema público, Fonasa.
Torres aseguró que la ley resguarda sus derechos. «Si uno, estando vigente el 1º de diciembre del 2022 su plan, siendo beneficiario, o sea, habiendo tenido tabla antigua y colocando la tabla nueva, esto le generaba una diferencia a favor (…). Si se fue después de esa fecha a Fonasa, a otra Isapre, o incluso cambió su propio plan dentro de la misma Isapre, todo lo que acumuló hasta que se fue es parte de su deuda y tiene que ser devuelto, incluso si se fue del sistema Isapre al sistema Fonasa».
Torres enfatizó en que la deuda es con la persona, independientemente de si esta cambió de aseguradora. «La Isapre de origen tiene que pagarle a esa persona indistintamente de cómo se movió», precisó.
¿Son herables?
Las devoluciones por cobros indebidos también son heredables, aseguró la autoridad. «Si una persona fallece, también la devolución es hereditaria», afirmó.
Desde la Superintendencia de Salud añadieron que los herederos deben realizar el trámite correspondiente para acceder a los montos adeudados. Sin embargo, aclararon que «es heredable, pero no se acelera (el pago)».
El pronto pago: ¿una alternativa viable?
Respecto al concepto de «pronto pago» que contempla la ley, Torres explicó que se trata de un mecanismo que permite a las Isapres liquidar la deuda de una sola vez, pero aplicando un descuento sobre el monto total. «El pronto pago es el que la Isapre acuerda el pago total de la deuda en una cuota, aplicando un descuento», señaló.
El superintendente indicó que, aunque esta alternativa busca incentivar pagos anticipados, ninguna aseguradora que optado por utilizarla. «Durante todo el tiempo en que no paguen la deuda, (las Isapres) no pueden retirar utilidades. (…) La posibilidad del pronto pago, con una tasa de descuento determinada, busca que las Isapres aceleren la solución, pero dependerá de su capacidad financiera», comentó.
En caso de optar por el pronto pago, Torres explicó que el descuento dependerá de la tasa máxima convencional aplicada a los años proyectados de la deuda. «Cuando el Congreso legisló sobre esto, era entre un 30% y un 10%», En ese sentido, ejemplificó con que si a un afiliado le deben un millón de pesos, podría recibir entre $900 mil y $700 mil, «dependiendo del porcentaje», detalló.
Fuente: Emol.com
