El ex sargento del GOPE Carlos Alarcón -acusado de ser el autor material del asesinato de Camilo Catrillanca- ratificó este miércoles en el juicio oral que en Carabineros le habían ordenado mentir sobre la dinámica en que ocurrió el crimen, el 14 de noviembre del 2018.
En su interrogatorio esta mañana, el ex uniformado renunció a su derecho a guardar silencio y contó que luego de la muerte del comunero mapuche se les instruyó declarar que existió un «enfrentamiento» y que no había registros audiovisuales del procedimiento policial, detalles que resultaron ser falsos.
Alarcón apuntó directamente a quien fuera jefe del GOPE en La Araucanía, el ex mayor Manuel Valdivieso, y al ex abogado institucional Cristián Inostroza, el único civil imputado en la causa.
«Entregó información que corrobora los antecedentes que la Fiscalía ya había proporcionado durante el juicio oral, respecto del origen de las versiones falsas que pretendieron encubrir y obstaculizar la investigación en este casos», explicó el fiscal Roberto Garrido.
Subrayó que el ex GOPE, «más que indicar que le pidieron mentir, dejó bastante claro que fue una orden se le entregó de no dar cuenta de los hechos como en realidad habían ocurrido».
Según los detalles, la versión de Carabineros, que fue entregada entonces a medios de comunicación y autoridades políticas del gobierno regional y central -Ministerio del Interior y La Moneda-, fue fraguada en un retén de Pailahueque.
El rostro de Alarcón se hizo conocido a nivel nacional en diciembre de 2018, cuando difundió un video desde una comisaría donde aseguró que «hay gente que nos hizo mentir», lo que ha ido confirmando en sus declaraciones en la causa penal.
Según recogió La Tercera de la declaración de Alarcón, una vez ocurrido el crimen, se les ordenó a todos los dispositivos policiales abandonar el sitio del suceso y dirigirse a la comisaría de Fuerzas Especiales de Pailahueque, donde los esperaba Inostroza junto a la jefatura.
«Yo le conté tal cual había sucedido el procedimiento, todo lo que hicimos, toda la cosa, (Inostroza) salió de la oficina en dirección al pasillo, a los pocos minutos entra, lo llaman por teléfono, ignoro bien, le seguíamos contando más detalles, como surgieron, volvía a salir, volvía a entrar y nos dice: ‘Ya muchachos, van a ir a prestar declaración a la Fiscalía y tienen que decir que ustedes fueron atacados desde los lados del camino, que hubo fuego cruzado, que el tractor se cruzó en la línea de fuego, que ustedes nunca apuntaron», contó.
Alarcón aseguró que él «desde el principio» dijo que se haría responsable de lo que realmente había sucedido, «y que iba a ir con la verdad en todo momento». Tras escuchar al asesor jurídico, el ex GOPE manifestó -según su declaración- que «eso no está bien, yo estoy asumiendo mi responsabilidad, pero eso no está bien».
Luego, Valdivieso, el entonces jefe del GOPE en la región, preguntó quién llevaba la cámara en el operativo. «De inmediato dice que hay que eliminarlas», aseguró Alarcón, agrando que el abogado también les instruyó que «hay que decir que nadie anda con cámara».
Tras esa esa orden, «yo me tomaba la cabeza, su señoría, yo decía esto no está bien, no es así, no está bien, esto se va a saber y va a ser peor», relató Alarcón. Al escucharlo, según el ex uniformado, Valdivieso le dijo duramente: «Oye hueón, hace lo que se te está diciendo ¿O te quieres ir a la cárcel?».
«Yo guardé silencio. Somos una institución policial con carácter militar, por eso cuando se nos imparte una orden hay que acatarla (…) La situación en la que me encontraba, lo único que hice fue guardar silencio y tomarme la cabeza», reconoció tras ser consultado en el tribunal sobre su reacción ante las palabras de su superior.
«Quedó la cagá cabros», alertó Valdivieso dos días después del crimen, debido a que ya circulaban imágenes donde se veía que los uniformados sí portaban cámaras. Por ello, Inostroza les instruyó decir que no tenían la tarjeta de memoria ya que, supuestamente, en ella había «imágenes íntimas» de la esposa del también imputado Raúl Ávila, siempre según declaró Alarcón.
Luego Valdivieso les comentó a los cuatro integrantes de la patrulla del «Comando Jungla» que perpetró el mortal operativo que debían ir a declarar ante la PDI, pero manteniendo la versión fraguada. «Mi mayor, esto no está bien. Esto va a salir mal, esto va a ser peor», recuerda haberle dicho Alarcón a su superior.
«Oye hueón, vos soy el más débil», le replicó Valdivieso. «Se me cayó del cielo mi mayor Valdivieso», expresó Alarcón.
«¿Débil por querer decir la verdad? Soy el que está cargando con más, con los cargos más terribles. De débil se me trató, la persona que andaba frente al procedimiento, arriesgando mi vida, yo lamento mucho lo que sucedió. No hay momento del día en que no me arrepienta de haber usado el arma de fuego. Yo nunca he tenido nada en contra del pueblo mapuche. Lamento que se haya muerto Camilo Catrillanca, desde ese día se me murió mi vida», arguyó.
Este jueves se reanudará el interrogatorio a Alarcón, para luego continuar con el resto de los acusados.
En el juicio están imputados siete funcionarios de Carabineros por los delitos de homicidio consumado, homicidio frustrado y apremios ilegítimos. También son investigados, junto al referido entonces abogado de la institución, por los delitos de obstrucción a la investigación, falsificación de instrumento público, infidelidad en la custodia de documentos y prevaricación.
Fuente: Cooperativa