El Dr. Marcos Godoy, director del Centro de Investigaciones Biológicas Aplicadas (CIBA) y académico e investigador en la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la Universidad San Sebastián, Sede Patagonia, destacó la investigación que ha llevado adelante la entidad científica sobre el microbioma de los biofiltros, un componente esencial en los sistemas de recirculación (RAS).
«El biofiltro es como el corazón de los sistemas de recirculación», afirma el Dr. Godoy. «Hemos determinado cómo se recoloniza el biofiltro en los sistemas de recirculación después de un ‘knockout’ o desinfección y hemos estudiado cuáles son las variables físico-químicas del agua que favorecen su desarrollo», sostuvo en entrevista con el medio digital mundoacuicola.cl
Para el investigador y académico de la USS en esta área un punto clave se centra en la calidad del agua, un aspecto crucial dado que en los sistemas de recirculación el agua se reutiliza constantemente, lo que hace que las variables físico-químicas se vuelvan críticas.
«El control de la calidad del agua se convierte en un elemento fundamental en estos sistemas ya que cualquier desviación en estas variables en cultivos intensivos puede tener un impacto significativo.», explica el Dr. Godoy.
Servicio de microbioma
CIBA ofrece servicios de carácter aplicado a la industria en relación a la caracterización de microbiomas del biofiltro, en qué estado del ciclo de desarrollo y de maduración del biofiltro se encuentra.
Cabe mencionar que este trabajo busca optimizar sus sistemas de recirculación para asegurar la salud y bienestar de los peces.
Sobre este punto, el centro de investigación ha profundizado la relación entre la calidad del agua y la aparición de patologías, tanto infecciosas como no infecciosas.
«(…) La presentación e impacto de enfermedades infecciosas también están influenciados por la calidad del agua ya que cambios en los parámetros físico-químicos pueden alterar la susceptibilidad de los peces a infecciones y afectar la eficacia de los tratamientos», destaca el Dr. Godoy.
Cabe mencionar que las algunas patologías infecciosas, como la Nefrocalcinosis o la enfermedad de la burbuja, están directamente relacionadas con desviaciones en parámetros como el CO2 o el nitrógeno, lo que resalta la importancia de un monitoreo constante y preciso de la calidad del agua en los sistemas de recirculación.
Otra de las investigaciones de CIBA sobre esta materia, ha estado ligada a la relación entre las fluctuaciones de salinidad y la funcionalidad del biofiltro, descubriendo que cambios significativos en la salinidad pueden alterar la flora bacteriana, lo que impacta directamente en la eficacia del sistema.
«En este contexto se ha determinado que las variaciones en la salinidad pueden tener un impacto en la recolonización, desarrollo y mantenimiento de la microbiota del biofiltro, advierte el Dr. Godoy. Este hallazgo subraya la complejidad de los sistemas RAS y la necesidad de un manejo preciso de los parámetros de calidad del agua», apunta el investigador.
También CIBA y el Dr. Godoy a indagado sobre la evaluación de los biofiltros como posibles reservorios de patógenos.
«Cuando hay un brote de un patógeno, específicamente de Aeromona Salmonicida, podemos encontrar la Aeromona en los peces, podemos encontrar la Aeromona en el agua, podemos encontrar la Aeromona en la superficie de los estanques, pero curiosamente es poco probable la detección de la Aeromona específicamente en el biofiltro, enfatiza el director de CIBA.
Fuente: www.mundoacuicola.cl