¿Qué es peor? ¿Estadio lleno para un partido aburrido o estadio a un tercio de su capacidad, en un partido igual de fome?
Quizás qué pasará por las mentes de los futbolistas y en particular, en la liga chilena. Es increíble como cada fin de semana, hay partidos realmente soporíferos y Colo Colo hace varias fechas que viene mostrando un fútbol de poco brillo.
Y en este duelo con la Unión Española, tampoco hubo mucho que destacar. Las autoridades tampoco lo hacen tan mal: solo permitieron cinco mil personas de aforo en un recinto que hace poco menos de 20 mil. Y más encima, cumple 100 años de vida. Linda manera de conmerorar su centenario aporte al balompié nacional.
En lo netamente fútbolístico, la apertura de la cuenta fue obra de Alexander Oroz a los 15′. El empate hispano fue convertido por Rodrigo Piñeiro al minuto de la segunda fracción. Y al final, en los descuentos, Fernando de Paul salvó a los albos tras atajar magistralmente un disparo de Leandro Garate.
Partido olvidable en la catedral del fútbol chileno, cuyo escenario merecía un mejor homenaje.