Este sábado 11 de julio se cumple un año desde la crisis sanitaria que afectó a la comuna de Osorno producto del masivo corte de agua potable por más de diez días y que requirió de un amplio despliegue de ayuda, destinación de millonarios recursos, cuestionamientos a la empresa Essal y autoridades locales y regionales, y que meses después finalizó con compensaciones a la población.
Por lo anterior, el Intendente de la región de Los Lagos, Harry Jürgensen en conversación con Radio Sago analizó y reflexionó sobre lo sucedido. En dicho contexto dijo que si tuviera la posibilidad cambiaría todo el plan de emergencia que se aplicó.
Jürgensen señaló que aún hay muchas deficiencias todavía relacionado a las normas. Añadiendo que se empezó de menos a más, y que gracias a los aportes de otras entidades, servicios, comunas y voluntarios se pudo superar la situación.
Una de las reflexiones que, según el Intendente, le deja esta emergencia es el trabajo colaborativo que debe existir en estas situaciones. En este sentido, se refirió a la municipalidad osornina señalando que “si bien hubo apoyo con estanques y agua” se esperaban informes alfa para la gente.
Las autoridades de Osorno y el subgerente territorial norte de Essal, Pedro Garrido informaban, en su momento, que debido a un “error humano” se provocó el vertimiento de 1.100 litros de combustible que afectaron los sistemas de producción y obligaron el corte de suministro que en principio no indicaba fecha definitiva de reposición pero que inició con un aviso de que se extendería en al menos 48 horas.
El corte se produjo un jueves 11 de julio y comenzó a retornar paulatinamente a partir del 17 del mismo mes, algunas viviendas inclusive permanecieron más de diez días sin agua.
Cabe decir que tras lo sucedido autoridades y expertos llegaron al consenso de que quedó en evidencia la fragilidad y baja resiliencia del sistema de abastecimiento de agua que también se pudo evidenciar en otras plantas del país.
