Un fuerte estruendo no sólo remecíó a Cancura, sino que a todo un país la madrugada del 23 de junio del 2018, cuando la tragedia tomó forma con el desplome del puente del mismo nombre y que derivó en la caída de dos vehículos al río, hecho que le costó la vida al joven Germán Mansilla de 24 años y dejó a otros seis lesionados. Los vecinos del sector, fueron los primeros testigos.
La magnitud de lo ocurrido, movilizó de inmediato vía aérea al Ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, quien emitía sus primeras declaraciones.
Una investigación que sería liderada por el Fiscal Naín Lamas, mientras los vecinos de Cancura ya se referían al hecho como una “tragedia anunciada”.
Los vecinos apuntaron a la extracción de ripio como factor gravitante en este derrumbe, y la Red Ambiental Ciudadana, concordaba con aquello, en la voz de su Presidente, Ricardo Becerra.
Sólo algunos días transcurrieron, y el Diputado Javier Hernández, anunciaba las primeras acciones para reestablecer la conectividad en el sector.
En paralelo, el Gobierno emprendía una querella criminal contra quienes resulten responsables y lo propio efectuaba en el mes de agosto de 2018, un desconsolado Germán Mansilla, padre de la única víctima de la tragedia.
Las obras del puente mecano se volvían entonces el gran anhelo de la comunidad. Eso sí, los constantes retrasos a raíz de las persistentes lluvias, generaban la inquietud de los vecinos. James Fry, Seremi de Obras Públicas, se refería a los imprevistos.
A fines de noviembre del año pasado, en una nueva reunión en terreno con Vialidad, los vecinos perdían la paciencia e interpelaban al Director Regional del organismo, Enzo Dellarossa. Fue ahí cuando se habló del mes de enero como plazo máximo de entrega del viaducto.
Una larga historia, que aún no cuenta con todos sus capítulos cerrados, pero que hoy ya comienza a tener positivas respuestas con el “vamos” al tránsito en el lugar, en el marco de un acontecimiento donde Cancura espera que no vuelva a ocurrir.