Según datos de la fundación Techo, son cerca de mil familias en Osorno que habitan en alguno de los 16 campamentos que existen en la ciudad, incluído también cerca de 1.100 niños, niñas y adolescentes, una de las mayores cifras para una ciudad media en Chile.
Sin embargo, luego del último catastro nacional de campamentos de enero de 2019, solo 6 de ellos están reconocidos como tal, mientras que los otros 10 están en proceso de catastro.
Daniel Silva, investigador sobre el fenómeno de los campamentos y candidato a Doctor en Ciencias Sociales de CEDER ULagos aseguró que el fenómeno se vio acrecentado luego del estallido social de octubre de 2019.
Silva indicó que una de las tesis que se manejan para explicar la situación, considerando el contexto histórico de las tomas de terreno, es la sensibilidad que generan las coyunturas sociales del tipo estallido social.
Además, Daniel Silva explicó que la investigación que realiza en Osorno ha evidenciado que el problema del acceso a la vivienda también afecta a quienes viven alrededor de las tomas y campamentos.
Situación que se visibiliza en el contexto de la entrega de viviendas a la que pudieron acceder 110 familias del ex campamento Porvenir II de Rahue Alto, en la que fue fundamental la organización de los vecinos en un Comité de Vivienda, aunque estas organizaciones, generalmente deben esperar varios años para obtener una solución habitacional.
