La inclusión del denominado sistema “Imsi Catcher”, el cual en palabras simples, es un programa que permite realizar escuchas telefónicas, fue el punto que generó más polémica en la aprobación de la nueva “ley antiterrorista”, que quedó lista para su aprobación y promulgación.
Durante la votación en el pleno de la Cámara de Diputados, la aplicación de esta tecnología intrusiva que permitiría interceptar metadatos en un amplio rango de superficie, no sólo el teléfono del investigado, se aplicará para delitos terroristas, ligados a la ley de drogas y ley de armas.
El hemiciclo, de esta forma, decidió aprobar el proyecto con 102 votos a favor, 17 en contra y 13 abstenciones. Hubo nueve diputados del Partido Comunista que rechazaron la iniciativa, tres del Frente Amplio y dos socialistas, además de 12 frenteamplistas que se abstuvieron.
Uno de los que se abstuvo de la votación, por esta particularidad, fue el parlamentario por el distrito 26, el oficialista Jaime Sáez, quien argumentó que el Imsi Catcher, atenta contra la privacidad de las personas.
Opinión diametralmente opuesta fue la que argumentó el diputado UDI por el distrito 25, Daniel Lilayú, quien dijo que es necesario tener esas herramientas para anticiparse y perseguir penalmente este tipo de delitos.
Por último, dentro de las nuevas especificaciones de esta ley, se contempla de forma más clara qué significa el delito terrorista, el cual deberá tener los siguientes agravantes: Socavar o desestabilizar las estructuras políticas, sociales o económicas del Estado democrático; imponer o inhibir alguna decisión a una autoridad del Estado democrático y someter o desmoralizar a la población civil o a una parte de ella.
