Las protestas contra la violencia racial continuaron este domingo en las principales capitales de EE.UU. mientras el presidente Donald Trump culpó de los disturbios a la extrema izquierda, que personificó en el movimiento Antifa.
Las manifestaciones, que suelen comenzar con un ambiente pacífico, derivaron luego en incidentes con las fuerzas de seguridad, pese a la declaración del toque de queda en al menos cuarenta ciudades del país y la activación de la Guardia Nacional en quince estados y en la ciudad de Washington, la capital.
El motivo de las protestas que afectan a decenas de ciudades de todo el país es la muerte a manos de la policía del afroamericano George Floyd en Minneapolis después de que un policía blanco lo inmovilizase, ya esposado, con la rodilla en el cuello durante varios minutos, pese a sus ruegos de que no podía respirar.
Washington
Una de las más virulentas de la noche han sido las que han tenido lugar en Washington, que comenzaron frente a la Casa Blanca, donde los manifestantes prendieron hogueras, que derivaron luego en incendios y enfrentamientos con la policía en zonas aledañas.
El Departamento de Bomberos del Distrito de Columbia informó en su cuenta de Twitter sobre incendios en el sótano de la Iglesia Episcopal St. John’s, así como en una instalación ubicada en el Lafayette Square (la plaza situada frente a la casa presidencial) y en la sede de AFL-CIO, la mayor plataforma de sindicatos del país.
Y como ha ocurrido en otras ciudades en los últimos días, después de un ataque contra un coche patrulla en la calle 14, la policía lanzó pelotas de goma y cargó contra los asistentes, incluidos varios periodistas.
Otras ciudades
La policía de Nueva York informó que desde las protestas del pasado viernes ha detenido a un total de 730 personas. Ayer, el día de los peores altercados, se produjeron 345 arrestos después de una noche caótica de protestas y saqueos en la ciudad.
La ciudad vive días extraños, como otras grandes ciudades, pues después de ver reducida su actividad durante casi tres meses por la pandemia del coronavirus, ahora se enfrenta a las manifestaciones en respuesta a la violencia policial.
En Salt Lake City, un líder activista condenó la destrucción de la propiedad pero dijo que el duelo por los edificios dañados no debería estar al mismo nivel que el dolor por hombres negros como Floyd.
«Quizá este país reciba el mensaje de que estamos hartos de que la policía asesine a hombres negros desarmados», dijo Lex Scott, fundador de Black Lives Matter Utah.
«Quizá la próxima vez que un policía blanco decida apretar el gatillo, le venga la imagen de ciudades en llamas». Miles de personas siguieron marchando de forma pacífica en Phoenix, Albuquerque y otras ciudades, y algunos pidieron el final de los incendios, el vandalismo y los robos, afirmando que socavan sus demandas de justicia y reformas.
«Siguen matando a nuestra gente», dijo Mahira Louis, de 15 años, que acudió junto a su madre y cientos de personas a una manifestación en el centro de Boston. «Estoy harta de esto».
Pero en la noche, también esa manifestación derivó en violencia cuando algunas personas arrojaron piedras, ladrillos y botellas de cristal contra la policía y prendieron fuego a un vehículo policial.
Trump en el búnker
Diversos medios informaron que ante las violentas protestas que sucedían cerca de la Casa Blanca, el Servicio Secreto, encargado de la seguridad del Presidente, protegió el pasado viernes en el búnker subterráneo de la casa presidencial a Trump.
«La Casa Blanca no hace comentarios sobre decisiones y protocolos de seguridad», indicó el portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere. El New York Times informó primero del traslado del presidente al búnker.
En un primer momento no estaba claro si la primera dama, Melania Trump, y el hijo de 14 años de la pareja, Barron, se habían sumado al presidente en el búnker. El protocolo del Servicio Secreto habría indicado que todas las personas bajo protección de la agencia fueran al refugio subterráneo.
Trump ha dicho a sus colaboradores que teme por su seguridad, y ha elogiado de forma pública y privada la labor del Servicio Secreto.
Antifa
«Los Estados Unidos de América designarán a ANTIFA como una organización terrorista», tuiteó este domingo Trump cuando miles de personas se preparaban ya para protestar de nuevo.
También el fiscal general, William Barr, aseguró en una declaración que ordenará a la Fuerza de Tareas Conjunta del FBI que identifique a los «grupos radicales y agitadores externos» que aprovechan estas protestas para «perseguir su propia agenda».
«La violencia instigada y llevada a cabo por la Antifa y por otros grupos similares en relación con los disturbios es terrorismo doméstico y será tratada en consecuencia», advirtió Barr.
El movimiento antifascista estadounidense, conocido como ANTIFA, es un grupo que, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, se ha hecho cada vez más activo, sobre todo para contrarrestar las manifestaciones de los supremacistas blancos.
La legisladora demócrata Alexandria Ocasio-Cortez se preguntó por qué el FBI no trata a los supremacistas blancos, grupos que son simpatizantes de Trump, también como grupos de terrorismo interno.
También la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) criticó el anuncio de Trump y dijo que «no tiene la autoridad legal para designar un grupo como (terrorista) interno».
Fuente: Emol