El próximo 3 de agosto Chile vivirá un hito importante en materia de sustentabilidad, ya que terminará la implementación gradual de la Ley N°21.100 que prohíbe las bolsas plásticas de un solo uso en el comercio. Es decir, a partir de ese día, justo dos años después de la promulgación de la ley, tanto los almacenes de barrio, ferias libres y pymes, no podrán entregar estos elementos a sus clientes.
“Ha sido un proceso de dos años, en donde hemos tenido que reeducarnos con respecto al como transportar nuestros productos. Como consumidores y ciudadanos conscientes hemos rechazado bolsas innecesarias, y además hemos adquirido el hábito de portar nuestras propias bolsas reutilizables para llevar nuestras compras, preparándonos para esta etapa donde los pequeños negocios y ferias, también entran a la norma”, señaló Susan Díaz, directora de Comunicaciones de WWF Chile y coordinadora de la campaña Reduce +.
Con ello se cierra un ciclo iniciado hace más de una década, cuando diversas organizaciones plantearon la necesidad de regular y reducir el consumo de plásticos de un solo uso, dados los graves impactos sobre los ecosistemas y las personas. Esto llevó a la generación de acuerdos voluntarios y una serie de acciones que finalmente desembocaron en la ley que prohíbe la entrega de bolsas en el comercio, la cual en su primera fase abarcó a las grandes empresas de supermercados y retail.
“Este es un paso relevante, ya que hasta antes de la implementación de esta ley se utilizaban cerca de 3.500 millones de bolsas plásticas al año, cuya vida útil no superaba los 30 minutos, pero que podían tardar hasta 400 años en degradarse. Esperamos que esto se vea complementado con nuevos avances, como la reciente aprobación en el Senado del proyecto que limita los plásticos de un solo uso en negocios de alimentos, fomenta la reutilización y también regula las botellas plásticas desechables”, señaló Díaz.
Más desechos en pandemia
“Sabemos que el país y el mundo enfrentan momentos difíciles, pero creemos que los temas ambientales no deben ser dejados de lado, principalmente porque también pueden incidir en forma negativa en las comunidades, tanto hoy mismo como a largo plazo”, sostuvo Díaz, quien manifestó también su preocupación por el aumento de la contaminación plástica durante la pandemia.
Así, a nivel mundial se ha evidenciado un fuerte impacto de materiales sanitarios como mascarillas y guantes, sin una buena disposición final. En Chile, además, se ha visto un incremento en los desechos plásticos a causa del mayor uso del delivery para productos y alimentos.
“Es un hecho que la pandemia ha impuesto un paréntesis en muchos aspectos. En Chile vemos que varios protocolos consideran una utilización sanitaria de plásticos de un solo uso, dado que aún no existen alternativas sostenibles. En estos casos, nuestro llamado apunta a asegurar una correcta disposición final de estos elementos, para evitar que, por ejemplo, terminen contaminando cursos de agua o llegando al mar. Además, invitamos a dedicar más esfuerzos a la innovación para el desarrollo de opciones como bioplásticos”, agregó.
Fuente: El Mostrador