Debía ser una fiesta y en un hecho lamentable en los exteriores del Estadio Monumental, fallecieron dos menores de edad atropellados tras la acción de un carro lanzagases de Carabineros, que intervino ante una casi avalancha de hinchas. Y el partido comenzó con esa carga. No se justifica el fallecimiento de esos jóvenes hinchas, pero tampoco lo que sucedió después.

En lo concreto, al minuto 75′ se pudrió todo. Ya no valen los eufemismos, pues el castigo de la Conmebol será drástico en plena celebración del Centenario: los delincuentes de ese cáncer ramificado y dañino que se llama Garra Blanca, lo hicieron otra vez y se creyeron más importantes que el club que dicen amar. Rompieron acrílicos e ingresaron a la cancha y obligaron a la suspensión de partido entre Colo Colo y Fortaleza, el cual iba cero a cero, hasta el momento del circo montado por esos barristas de poca monta.

Previa

El inicio estuvo marcado por la frialdad que se saludó por parte de Esteban Pavez y Emiliano Amor, al delantero Juan Manuel Lucero, que se fue de no muy buena forma de Colo Colo al rival de hoy, incluso con juicio en el TAS entremedio.

Y en lo futbolístico, dominio casi todo el encuentro del elenco albo, pero con escasa capadidad para definir. De hecho, Salomón Rodríguez, refuerzo porque el que se pagó un millón y medio de dólares, no pudo convertir solo frente al arco tras pase de Lucas Cepeda. Y Javier Correa, tampoco estuvo en su mejor jornada.

En cuanto al resto, no mucho que destacar. Un partido apretado, con un Cortés extrañamente errático en las pocas llegadas de Fortaleza, que tampoco hizo algún aporte sustancial al encuentro.

Cuando el partido mejoraba, aparecieron los descerebrados y ensuciaron con sus monsergas lo que debía ser una de las tantas celebraciones del centenario albo. Y quizás no entiendan qué significa el simbolismo de esta fecha. Y por culpa de esos, el resto del público, la gran mayoría, silenciosa y a veces cómplice por temor, debió retirarse.

El fútbol chileno está podrido desde su esencia. Y eso a la Conmebol no le importará. Por lo mismo, el castigo que recibirá Colo Colo justo en una fecha y año importantísimo, será drástico, doloroso e inolvidable. Solo un cáncer provoca tanto daño en su huésped. Y ese cáncer se llama ser garrero.