Por Katia Trusich
Presidenta Cámara Nacional de Centros Comerciales
El comercio y gran parte de la actividad económica de las principales comunas de la Región de Los Lagos sufrirá un daño irreparable, que es perfectamente evitable si se actúa en forma rápida, oportuna y conjunta, en un acuerdo público-privado.
Una nueva extensión de la Cuarentena Total que ya dura por más de cuatro meses en Puerto Montt, ha sembrado la desazón en el comercio que junto con la industria de la hotelería y gastronomía ha enfrentado devastadores efectos que han permeado con fuerza a la economía regional.
Las cuarentenas locales no sólo han sido perjudiciales para este sector de la economía, ya que se han mostrado absolutamente ineficaces como mecanismos permanentes de control para detener el avance del Covid-19. Tanto la experiencia internacional como chilena demuestran que la extensión excesiva de los periodos de cuarentena y el consiguiente cierre del comercio no constituyen una herramienta que colabores en el objetivo de contener la Pandemia.
De partida, es claro que el uso de los sistemas de permisos temporales tiende a transformarse en permanentes y con el paso del tiempo se dificultan los mecanismos de control del incumplimiento de las restricciones.
Los centros comerciales hemos colaborado con la autoridad desde el inicio, con el objetivo de disminuir los contactos entre las personas y contener el avance de esta pandemia y hoy contamos con mucha información y experiencia acumulada para poner a disposición de Puerto Montt en particular y la región de Los Lagos en general. Operar de manera segura, equilibrando armónicamente la protección sanitaria, la sustentabilidad del empleo y la posibilidad de que tiendas de distintos tamaños puedan seguir funcionando con medidas sanitarias eficientes es absolutamente posible.
En el caso de la Región de Los Lagos, la extensa cuarentena y la prohibición de funcionamiento del comercio presencial ha generado, además, una enorme discriminación en favor del comercio informal e ilegal, que no cumple ninguno de los protocolos exigibles al comercio establecido, y funciona sin ningún tipo de control sanitario, tributario ni municipal.
Esperamos que en la mesa pública privada que se ha instalado, sean considerados los gremios del comercio y de otras actividades económicas para que, en conjunto con las autoridades, puedan avanzar en un plan especial para esta región. Este plan debe enfocarse en lograr un proceso de reapertura gradual y segura que, sumado al indispensable énfasis en el autocuidado, permitan abrir de nuevo el comercio con aforos regulados, medidas sanitarias y horarios reducidos, como un primer paso para la reapertura global una vez que supere la crisis sanitaria.
Si esto no se hace con urgencia, el comercio y gran parte de la actividad económica de las principales comunas de la Región de Los Lagos sufrirá un daño irreparable, que es perfectamente evitable si se actúa en forma rápida, oportuna y conjunta, en un acuerdo público-privado.