Por Christian Arntz Mac Evoy
Presidente de SAGO
Todas las proyecciones indican que al año 2050 nuestro planeta contará con la no despreciable suma de 9.700 millones de habitantes, 2.000 millones más que el día de hoy. Lo que entre otras cosas demandará mayores superficies destinadas a habitación, aumento del consumo de agua y una mayor cantidad de alimento.
El gran problema es que el conjunto de estos factores no siempre va de la mano. A modo de ejemplo, la necesidad de más sectores habitacionales se contrapone con la necesidad de mantener o aumentar la superficie agrícola. En cualquier caso, hay un aspecto que ya es necesario considerar en las políticas estratégicas de nuestro país y que dice relación la seguridad alimentaria, porque a mayor cantidad de personas, más alimento se necesita.
Alternativas para enfrentar la necesidad de más alimento hay muchas, sin embargo, preocupa que en nuestro país haya existido una total resistencia la producción de variedades de cultivos mejorados a través de la biotecnología para el consumo humano y animal. Por otro lado, esta situación se contrapone con la libre autorización para importar estos productos y comercializarlos en el mercado nacional en distintos formatos: aceites para consumo humano fabricados en base a maíz y soya transgénica, granos de soya y maíz para la fabricación de concentrado para animales y un largo etcétera.
Gracias a la biotecnología, existen distintas técnicas para desarrollar nuevas variedades de cultivos con interesantes propiedades, que entre todas ellas permiten ahorrar costos de producción, hacer que algunos productos agrícolas sean resistentes a machucones y pestes, trigos resistentes a largos períodos de sequía o granos de canola con altos contenidos de Omega 3. Y desde el punto de vista ambiental, las nuevas variedades creadas gracias a la biotecnología permiten producir con menores cantidades de agua, fertilizante y agroquímicos, dejando una menor huella de carbono que las variedades tradicionales.
Mientras países como Brasil, Estados Unidos, Canadá e India la adopción de estos cultivos ya supera el 90%, y en el mundo la superficie de variedades transgénicas supera las 190 millones de hectáreas, nuestro país mantiene una peligrosa parálisis que pone en riesgo al sector alimentario nacional y sus fuentes de trabajo. El llamado de nuestra institución a las autoridades, es trabajar por asegurar la seguridad alimentaria a nuestras próximas generaciones.
Publicada en Diario El Austral de Osorno
Domingo 29 Agosto 2021