El Papa Francisco pidió este domingo que de «inmediato» se encuentren caminos de paz para frenar la «espiral de muerte» que aumenta día a día y que «no hace más que cerrar los pocos atisbos de confianza que existen entre los dos pueblos».
Tras el rezo del Ángelus, el Pontífice dirigió su pensamiento a Tierra Santa y recordó la muerte de diez palestinos, entre ellos una mujer, durante acciones militares antiterroristas israelíes en Palestina; y lo sucedido cerca de Jerusalén el viernes por la noche, cuando siete judíos israelíes murieron a manos de un palestino y tres resultaron heridos al salir de la sinagoga.
Además, dos días antes de su partida hacia la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, Francisco recordó el carácter ecuménico de su peregrinación, ya que a Sudán del Sur llegará junto con el Arzobispo de Canterbury y el Moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia.
«La espiral de muerte que aumenta día a día no hace más que cerrar los pocos atisbos de confianza que existen entre los dos pueblos», advertió el Papa.
El Pontífice recordó que «desde principios de año, decenas de palestinos han muerto en tiroteos con el ejército israelí».
«Hago un llamamiento a los dos Gobiernos y a la comunidad internacional para que encuentren, inmediatamente y sin demora, otros caminos, que incluyan el diálogo y la búsqueda sincera de la paz. Recemos por ello, hermanos y hermanas», ha dicho.
El Papa se refirió también al desperdicio. «No desperdiciar nos permite apreciar el valor de nosotros mismos, de las personas y de las cosas. Pero lamentablemente es un principio a menudo desatendido, sobre todo en las sociedades más ricas, en las que domina la cultura del derroche y la cultura del descarte: las dos son una peste», ha señalado.
Contra la «mentalidad del derroche» Francisco ha propuesto tres desafíos. «No desperdiciar el don que nosotros somos, no desperdiciar los dones que tenemos y no descartar a las personas», dijo.