Nadia Santana Villa
Jefa de carrera Téc. En Laboratorio Clínico, Banco de Sangre e Imagenología. Centro de Formación Técnica Santo Tomás Osorno
“El VIH no mata, tu miedo al examen sí” es uno de los muchos mensajes que forma parte de la Estrategia Nacional de Prevención y Control del VIH/SIDA y las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en Chile. Actualmente el spot publicitario es; VIH/SIDA, más lo ignoramos más fuerte se hace.
Estas consignas son parte de las campañas del ministerio de salud que se ha propuesto disminuir la transmisión del VIH e ITS a través de estrategias de testeo y prevención combinada lo cual se enmarca en las políticas de Salud vigentes y los criterios y recomendaciones de los organismos técnicos internacionales, tales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que planteo como objetivo una meta denominada “90-90-90”, la cual busca que para el 2020, el 90% de las personas que viven con el virus conozcan su condición, que el 90% de las personas diagnosticadas reciban terapia antirretrovírica continuada, y que el 90% de quienes reciban terapia antirretrovírica tengan supresión viral.
Dichas acciones surgen a raíz del importante aumento de casos nuevos con confirmación positiva en los últimos años. El último informe de ONUSIDA (2019) declara que en chile 71 mil personas viven con VIH, de la cuales un 87% han sido diagnosticadas y de ellas un 73% tiene adherencia al tratamiento. De este último grupo que se adhiere al tratamiento, el 88% de las personas logra carga viral indetectable, que de acuerdo con la evidencia, no transmite el virus y pueden tener una vida completamente normal.
La invitación a la comunidad es a contemplar el examen de VIH como uno más de rutina, acercándose a los centros de salud más cercanos; CESFAM, Hospitales, Centros médicos privados y solicitar realizarse el examen. Tener la tranquilidad que si el resultado es negativo hay que seguir previniendo con el uso de preservativos y si el resultado es VIH positivo hoy en día existen tratamientos con mínimos efectos secundarios, por lo que se puede continuar plenamente. La invitación es a dejar los tabúes de lado, realizarse el examen sin miedos ni prejuicios, ya que el VIH no mata, el miedo al examen sí.