Como una manera de restaurar la confianza en la Iglesia mediante pastores buenos que acompañen el sufrimiento de las víctimas y trabajen de manera decidida e incansable en la prevención de los abusos, fue calificado por El Vaticano la reunión que sostienen en Roma los 33 obispos chilenos con el Papa Francisco en el aula Paulo VI. En dicha instancia, se dará a conocer las conclusiones del denominado «informe Scicluna», elaborado por el obispo de Malta, Charles Scicluna, luego de recoger testimonios por las acusaciones en contra del obispo de Osorno Juan Barros y además de otros casos de abusos en la iglesia chilena.
En este sentido, son muchas las hipótesis que se manejan sobre qué decisión tomará el Pontífice una vez finalizado el encuentro, así como también, ahondar de qué manera se trabajará en restaurar la diócesis osornina.
Al respecto, el secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Fernando Ramos, comentó que inician este encuentro con una actitud de escuchar, donde esperan se entregue información relevante sobre el problema que aqueja a la iglesia, añadiendo que primordialmente deberán mejorar su trabajo bajo una profunda autocrítica.
Misma reflexión que manifestó el obispo de San Fernando, monseñor Juan Ignacio González, quien señaló que comprende lo que han pasado las víctimas, donde está consciente de que podría haber una remoción de un obispo, sin embargo, eso no dependerá de ellos.
Igualmente, la ciudadanía expresó sus apreciaciones respecto a la cita del sumo Pontífice, manifestando en su mayoría indiferencia producto de que no esperan ningún tipo de decisión reveladora, sin embargo, otros plantearon que lo ideal sería que se destituya a Barros para así comenzar a recobrar la confianza.
Cabe decir que este martes será el primer día de reuniones en jornadas que se extenderán hasta el jueves, donde participan 31 obispos diocesanos y auxiliares y dos obispos eméritos, mientras el Papa estará acompañado por el Prefecto de la Congregación para los Obispos, cardenal Marc Ouellet.
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