«El sistema, que por 16 años se basó en la PSU, hoy termina. A partir de este año se iniciará la transición a un sistema que permitirá a las universidades ponderar con mayor flexibilidad pruebas de acceso, notas de enseñanza media y ranking escolar».
Con estas palabras, el subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, dio a conocer el fin a la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y su reemplazo por dos nuevas Pruebas de Acceso obligatorias en Competencias Lectoras y Competencias Matemáticas, además de una serie de pruebas electivas y modificaciones en el sistema.
Algunos de los cambios son la reducción a 65 preguntas con temarios actualizados, que apuntarán a medir competencias esenciales para un buen desempeño en la educación superior.
En la práctica, se eliminará cerca de un tercio de los contenidos y se cambiarán las ponderaciones, bajando la prueba a un 30%, y ampliando la admisión especial a 20%.
Las modificaciones se aplicarán después de un periodo de transición. Este año y en 2021 se efectuará una medición especial, que «eliminará los aspectos más cuestionados de la PSU».
«Uno podría hacer cambios más bruscos, pero no necesariamente son mejores», aseguró el rector de la U. Católica, Ignacio Sánchez, quien valoró los anuncios. «Sabiendo que algunos van a ser afectados, lo que queremos es poner eso en consideración», añadió.
«Queremos hacer muy bien las cosas y (…) todo indica que hay que tomarse un tiempo para hacer los pilotajes y empezar a implementar cambios en forma paulatina».
El rector destacó además el aumento en la admisión especial, que otorgaría a las universidades «mayor autonomía». Como él, también celebró el anuncio el rector de la U. del Desarrollo, Federico Valdés. «La noticia principal acá —aparte de que los instrumentos van a cambiar y, a nuestro juicio, para mejor— es que las universidades van a tener más autonomía, que ha sido pedida por mucho tiempo y ha sido acogida en esta condición», dijo.
«Eso permite que cada universidad tome decisiones individuales. No todas las universidades buscan el mismo perfil de alumno, no todas preparan el mismo tipo de profesionales ni enfrentan realidades regionales idénticas», afirmó.
«Va a permitir que cada universidad, que además tiene una misión distinta, asuma los compromisos que tiene con la sociedad».
«La institucionalidad está funcionando»
Para el director del Centro de Justicia Educacional UC, Andrés Bernasconi, desde el punto de vista técnico es «una muy buena noticia». «Se vuelve al concepto de la Prueba de Aptitud, aunque por supuesto no se le puede llamar así», explica a Emol.
Las modificaciones se aplicarán después de un periodo de transición. Este año y en 2021 se efectuará una medición especial, que «eliminará los aspectos más cuestionados de la PSU». «Uno podría hacer cambios más bruscos, pero no necesariamente son mejores», aseguró el rector de la U. Católica, Ignacio Sánchez, quien valoró los anuncios.
«Sabiendo que algunos van a ser afectados, lo que queremos es poner eso en consideración», añadió. «Queremos hacer muy bien las cosas y (…) todo indica que hay que tomarse un tiempo para hacer los pilotajes y empezar a implementar cambios en forma paulatina».
El rector destacó además el aumento en la admisión especial, que otorgaría a las universidades «mayor autonomía». Como él, también celebró el anuncio el rector de la U. del Desarrollo, Federico Valdés. «La noticia principal acá —aparte de que los instrumentos van a cambiar y, a nuestro juicio, para mejor— es que las universidades van a tener más autonomía, que ha sido pedida por mucho tiempo y ha sido acogida en esta condición», dijo.
«Eso permite que cada universidad tome decisiones individuales. No todas las universidades buscan el mismo perfil de alumno, no todas preparan el mismo tipo de profesionales ni enfrentan realidades regionales idénticas», afirmó. «Va a permitir que cada universidad, que además tiene una misión distinta, asuma los compromisos que tiene con la sociedad».
«La institucionalidad está funcionando»
Para el director del Centro de Justicia Educacional UC, Andrés Bernasconi, desde el punto de vista técnico es «una muy buena noticia». «Se vuelve al concepto de la Prueba de Aptitud, aunque por supuesto no se le puede llamar así», explica a Emol.
«Como profesores tenemos bastante que decir respecto al sistema de admisión. Eso tensiona todo el tema del trabajo en la enseñanza media, también a los estudiantes y la ciudadanía», añade, enfatizando que no le gusta que el tópico «se resuelva entre unos pocos y se imponga».
En principio, la asociación gremial se muestra «de acuerdo en temas generales». «Hay cosas que faltan, como el tema vocaciones, o los sistemas alternativos a la prueba, para que estudiantes menos favorecidos tengan oportunidades (…) Exigimos que, si se va a hacer una modificación de fondo, tiene que ser con participación de los actores.
En caso contrario, va a haber conflicto», concluye. En ese sentido, el subsecretario Vargas aseguró por Twitter que durante el año continuarán «el diálogo para seguir avanzando junto a la comunidad escolar, académicos y expertos. Estamos convencidos de que podemos lograr los consensos para un sistema que respete la diversidad y valore las trayectorias estudiantiles de todos los jóvenes».
Fuente: Emol