De un millón de toneladas por temporada en el país, 1.385 hectáreas de papas están afectadas por enfermedades, de las cuáles 808 hectáreas son bacterianas.
Para el Gerente del Consorcio Papa Chile, Luis Miquel, los factores que inciden en la contaminación son las semillas sin certificación y el traslado de maquinarias que contaminan los predios, por eso la primera barrera para evitar las enfermedades cuarentenarias son los propios productores que deben actuar con responsabilidad y también le concede mucha importancia a la distorsión que en redes sociales ha tenido el tema, remarcando que las bacterias no atacan a la salud humana.
Las enfermedades de la papa son nemátodo dorado, carbón para la ribera del río Imperial, en la Araucanía, marchitez bacteriana, esta última con reproducción solo en horas y queda en estado de latencia, asevera Miquel. A la vez hace hincapié en que hay poca higiene predial, no se cumple con el calibre de la semilla, usando la papa más chica, sin saber que podría estar contaminada. Todo está reglamentado en la zona libre, pero no se respeta, informó el dirigente.
Ya no somos un paraíso fitosanitario agrega, además estima que hay que poner valor agregado al producto, porque actualmente Chile sigue importando puré y almidón, cuando si se potencia el sector podría llegar a los dos millones de toneladas, pero para eso hay que industrializar el producto, porque el abastecimiento del país se cubre con 700 mil toneladas. Los productores de papas deben formalizarse enfatizó Luis Miquel, Gerente del Consorcio Papa Chile.