El stress calórico producido por las altas temperaturas no se puede minimizar, porque si antes fue tema para los ganaderos hoy con el cambio climático y las cambiantes temperaturas al alza merece mucha atención para evitar el sufrimiento a los animales de producción.
Así lo explica el Dr. Sergio Iraira, investigador del INIA Remehue, quien señala que ante las altas temperaturas de verano hay que tener sombra y agua disponible después de la ordeña, en el INIA han dado buenos resultados los sombreaderos móviles. El profesional recuerda que las vacas pueden sufrir stress calórico después de los 25 grados.

Los cuadros de stress calórico se presentan entre las dos y las cinco de la tarde, pero también se puede producir en la mañana según estadísticas de hace 10 años, a las 11.00 o 12.00 horas y a veces se prolonga hasta las 19.00 horas. Es muy importante la alimentación porque la temperatura se puede regular con la dieta rica en verde, señala Iraira, para evitar el denominado calor endógeno, sostiene el investigador.

El productor por lo general agrega Sergio Iraira está utilizando un forraje suplementario de baja digestibilidad para evitar el stress endógeno. Hace 10 año recuerda que el stress calórico se producía en febrero, pero ahora también en diciembre y en enero y avanza a marzo.