La administración de la empresa sostiene que el superintendente, Jorge Rivas, incumple los principios de probidad, imparcialidad y abstención que las normas legislativas establecen para un funcionario público en los dos procesos abiertos contra la sanitaria, el sancionatorio y el de caducidad de las concesiones de producción de agua potable en Osorno, recordando que la sanitaria dejó sin el suministro a la ciudad por 10 días en 2019.
“En los escritos presentados ante la SISS, la sanitaria aporta una seguidilla de declaraciones del superintendente (s) de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas, en las que, incluso desde el primer día del incidente, emitió juicios de valor que pondrían en duda los principios de imparcialidad y abstención que, según las leyes de Chile, obligan a todo funcionario público en la tramitación de procedimientos administrativos, como este caso en particular”, argumentó Essal a través de un comunicado.
La compañía señaló que las declaraciones del superintendente tras el incidente en Osorno “constituyen de manera evidente y, sin lugar a duda, un pronunciamiento previo respecto a la calificación de los hechos por parte de la misma autoridad quien, solo una vez finalizado el procedimiento administrativo” podría sancionar a Essal.
Recordemos que hace unos días, el grupo francés Suez, principal accionista de la sanitaria, exigió ante la Superintendencia de Servicios Sanitarios la inmediata suspensión del procedimiento de caducidad contra la compañía; solicitud a la cual respondieron parlamentarios de la zona, calificando esta petición de vergonzosa y de un aprovechamiento en medio de la pandemia.
