Esta mañana, el ministro de Salud Jaime Mañalich se refirió en Radio Pauta acerca del actual Estado de Emergencia en el que están algunas regiones del país, dando un balance general acerca de los heridos en las manifestaciones. Además de esto, también se refirió al presupuesto para la salud pública y las demandas de la Confusam para mejorarlo.
Además de esto, el ministro se refirió a los medicamentos, anunciando que tenía la intención de trabajar en un proyecto de ley para poner un tope de precio en aquellos de marca que tengan patente vigente. Actualmente éstos son los que resultan más costosos para el bolsillo de los chilenos, incluso siendo su precio es más alto acá que en otros países de la región para el mismo medicamento del mismo laboratorio.
“Estoy llegando al convencimiento de que la única manera es fijar precio a medicamentos de marca con patente vigente”, indicó. Esto requeriría ley, indica, y actualmente lo están viendo, aunque todavía de forma “muy preliminar”.
Actualmente existen tres tipos de medicamentos en Chile, “y cada uno de esos tiene sus problemas”, explicó la autoridad de Salud.
En el caso específico del medicamento protegido por patente, ésta dura entre 5 y 7 años para que ningún otro laboratorio les pueda copiar. Ese remedio, expresa, “vale acá en nuestro país entre un 25 y un 30% más que lo que es el promedio del mercado del mismo medicamento proveniente del mismo laboratorio en los otros países de América Latina en el mercado”. Es decir, el mismo medicamento del mismo laboratorio es más costoso comprarlo en Chile que otro país de Latinoamérica.
Para solucionar esto, indicó, están estudiando cómo fijar un precio. La posibilidad que están barajando es crear un observatorio internacional, es decir, una institución que se encargue de ver el promedio de precio que tiene un medicamento producido por un laboratorio internacional en América Latina y así poner un máximo de precio que se pueda cobrar en Chile.
“Yo creo que el organismo fiscalizador al final es la Fiscalía Nacional Económica. Tenemos que construir una institucionalidad dentro de la Agencia Nacional de Medicamentos para tener este observatorio”, expresa. Así, ellos podrán decir ‘este es el precio máximo que tenemos que cobrar por este medicamento’ independiente que pueda subir el precio de acuerdo al IPC u otras alzas.
Sobre los problemas que pueda tener con la industria farmacéutica, el ministro fue enfático en señalar que “yo ya no le tengo temor a los laboratorios, he desarrollado una piel dura”.
“Estamos trabajando en el proyecto, creo que es una cosa que va a andar bien”, agregó.
Sobre los otros tipos de medicamento
Según expresó el ministro otro problema que tenemos como país es que nuestra participación de bioequivalentes genéricos en el mercado es muy baja, corresponde al 8% de los productos que se venden. “Esto es porque los laboratorios en Chile los han hecho desaparecer. No fabrican, las farmacias esconden los medicamentos bioequivalentes genéricos, y logran que cuando uno va a la farmacia, le vendan uno de marca”, expresa.
Incluso, denuncia la autoridad, hay laboratorios que han dejado de producir en Chile medicamentos que tienen registrados en el Instituto de Salud Pública, y por lo tanto no pueden ser importados, porque al tener registro acá es como si alguien lo proveyera. Con la fiscalización, si encuentran que un laboratorio no está fabricando un medicamento que tienen registrando, entonces ellos lo van a importar.
Es para combatir esto que se ha puesto énfasis en la fiscalización por parte del ISP a las farmacias y la importación directa de Cenabast, para asegurar que cuenten con el stock mínimo requerido de medicamentos y que los laboratorios estén fabricando los medicamentos que dicen que producen.
Otro de los problemas que tenemos es “el privilegio a medicamentos de marca, de nombres de fantasía”, medicamentos que incluso tienen la huincha de medicamento bioequivalente- porque han demostrado su bioequivalencia – “y la industria farmacéutica chilena hace un esfuerzo gigante porque usted no compre el medicamento genérico barato, sino que compre uno de marca bioequivalente, que es una copia que en promedio vale 7 veces más que el nombre genérico”, explica el ministro Mañalich.
Para esto, indica el ministro, “tenemos que combatir un mercado imperfecto, perfeccionando el mercado, con fiscalización, cenabast, que sea el seguro que lo compre, etc”.
Fuente: La Tercera