Evo Morales renunció al cargo de presidente de Bolivia tras la crisis social que afecta al país altiplánico.
La grave crisis política y social que ya suma tres semanas en Bolivia tomó un rumbo inusitado y sorpresivo este domingo: luego del llamado explícito realizado por las Fuerzas Armadas, Evo Morales renunció a su puesto como Presidente de la República.
«Estoy renunciando justamente para que hermanos y hermanas, dirigentes y autoridades, no sigan hostigados, perseguidos, amenazados. Duele mucho que bolivianos estén enfrentados. Lamento mucho este golpe cívico», dijo Morales, poco después de abandonar La Paz en el avión presidencial.
La drástica determinación llega poco después de que los Altos Mandos de las FF.AA. le «sugirieran» dejar el cargo, para pacificar un país que ya lleva 21 días agitado y con serios hechos de violencia.
A juicio de Morales, dicha maniobra no tuvo otro objetivo que «atentar contra la democracia, contra la paz social, con amedrentamiento hacia el pueblo boliviano».
Si bien el ahora ex Mandatario trató de calmar los ánimos durante la mañana haciendo un llamado a celebrar nuevos comicios, el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), que detectó graves irregularidades durante las elecciones generales del 20 de octubre, lo empujó hacia un precipicio del cual no tuvo retorno.
«Hermanas y hermanos, la lucha no termina acá. Los humildes, los pobres, vamos a continuar con esta lucha por la igualdad, por la paz y en este momento es importante decirle al pueblo que es mi obligación como primer Presidente indígena y de todos los bolivianos buscar esta pacificación», señaló.
Fuente: Emol