Expandir las exportaciones en tiempos de escasez hídrica: El desafío que preocupa a la agricultura chilena

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Un crecimiento del 5,8%, con exportaciones que alcanzaron los US$18 mil millones y 800 mil empleos, fueron los contundentes números que anotó la agricultura chilena en 2018.

Un escenario que fue celebrado por el Gobierno, pero que bajo el actual contexto, ven cada vez más difícil que este 2019 pueda repetir esas cifras. Y la razón es simple: el agua. El ministro de Agricultura, Antonio Walker, fue claro: «Este año no vamos a crecer al 5,8%, eso te lo puedo asegurar», sostuvo en entrevista con Emol, agregando que «si no solucionamos el tema del agua, la agricultura no va a poder seguir creciendo a las tasas que lo ha hecho en el pasado».

Son dos las regiones del país -Coquimbo y Valparaíso- en donde ya se ha decretado emergencia agrícola por escasez hídrica, y hay otras que no estarían tan lejos de una medida similar, como el Biobío, la «capital agrícola nacional».

Situación que, según Walker, complica la tarea de abrir nuevos mercados en el extranjero. Y es que para ello, en palabras simples, se necesita aumentar la oferta de productos agrícolas, lo que significa más plantaciones y, por ende, mayor cantidad de agua para riego. «Nosotros hoy día tenemos una demanda de productos agrícolas que supera con creces la oferta. Para aprovechar esa oportunidad de mayor demanda, necesitamos solucionar el tema del agua. Es clave. Por eso es el gran cuello de botella para aprovechar las oportunidades que nos dan los mercados internacionales», sostuvo.

El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), Ronald Bown, comparte la preocupación del titular de Agricultura y asume que es un tema que llegó para quedarse.

«Creemos que debemos aprender a producir bajo un escenario de cambio climático. Hay cambios que llegaron para quedarse y por lo tanto, se debe modificar la forma en la cual hacíamos las cosas», indicó el líder gremial.

Walker estimó que la oferta, por ahora, «no va a disminuir», aunque recalcó que «el mundo agrícola está preocupado.

El primer llamado que yo hago es a administrar mejor el agua, que las juntas de vigilancias, asociaciones de canalistas, comunidades de aguas subterráneas y superficiales, sean mucho más eficientes en la administración del agua, porque, si no es así, a fines de primavera no vamos a tener agua».

«El cambio climático llegó para quedarse y una consecuencia de éste es el déficit de precipitaciones que hemos tenido en los últimos 15 años en Chile», subrayó el secretario de Estado.

En esa línea, Bown aseguró que «buscar soluciones de manera conjunta entre el sector privado y público es vital, así como también la incorporación de tecnologías e innovaciones, que nos permitan realizar una mejor gestión del agua, tanto a nivel de los huertos como a nivel extrapredial, siendo vital invertir en mayor infraestructura de riego tecnificado y almacenamiento de agua».

En esa línea, Francisco Gana, jefe de Estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), planteó que «si no invertimos en grandes obras de riego, es difícil que el sector pueda afrontar las grandes sequías que el país recurrentemente enfrenta y será aún más difícil continuar expandiéndonos». Recalcó que, a su juicio, «el tema de fondo no es la escasez, sino saber aprovechar los recursos hídricos de forma efectiva».

Medidas para enfrentar la crítica situación del agua

Por eso para el ministro urge modernizar la infraestructura de riego del país, y para ello existen cuatro alternativas en las que, según dijo, el Gobierno está trabajando.

La primero dice relación con «grande obras de riego», es decir, embalses. «Para eso hemos diseñado el Plan Nacional de Embalses, que son 26. Nosotros vamos a inaugurar dos, dejar iniciados otros dos y dejar licitado un quinto embalse», comentó.

«Segundo, tenemos que ir hacia la infiltración de acuíferos», lo que es «15 veces más barato que las grandes obras y muy rápido», sostuvo. En tercer lugar, dijo Walker, «hay que mirar al mar (…). Eso tiene que ver con desalar el agua», lo que si bien requiere una inversión alta, cada vez va siendo más accesible por la baja en el costo de la energía.

Pero lo más urgente, enfatizó, tiene que ver con el punto cuatro: «tecnificación del riego de Chile (…). Tecnificar es muy rápido, porque tenemos la ley 18.450 que subsidia el riego tecnificado, entonces lo que estamos haciendo es aumentar el número de concursos y dando más facilidades al regante para concursar.

Ese trámite es muy rápido, y estamos trabajando para que en vez de un año pueda demorarse seis meses». «Esto es urgente, esto es ahora. Es la medida más a corto plazo que podamos tener. No va a solucionar el problema totalmente, eso es una suma de todas las alternativas que estoy dando, pero la más a corto plazo es tecnificar rápido», aseguró.

Fuente: Emol.