En el marco del plan de descarga del buque Seikongen que contempla en su última etapa la disposición de lodos en la planta de tratamiento de residuos industriales Ecoprial de la ciudad de Osorno, el profesor de Acuicultura de la Universidad de Los Lagos y Oceanógrafo de profesion, Dieter Konow, despejó dudas en torno al cargamento que ha levantado pronunciamientos tanto políticos como ciudadanos, tras conocerse el detalle de este proceso.
Consultado sobre el riesgo del material a ser dispuesto en Ecoprial, el profesional manifestó que, al ser contenido de carácter orgánico y recibiendo un tratamiento adecuado bajo toda la normativa correspondiente, no debería generar un impacto medioambiental negativo.
Precisa Konow que, para estos efecto, se deben neutralizar todos los compuestos potencialmente dañinos de los pescados descompuestos, tales como el ácido sulfhídrico, que se neutraliza con hidróxido de calcio, lo que atenúa el olor y nivel de acidez, para luego generar el lodo en la planta de tratamiento.
De público conocimiento han sido las manifestaciones que han existido en la comuna en rechazo a la medida que apunta a disponer los lodos en Ecoprial. En este punto, el Oceanógrafo estima que aquello ha tenido lugar a raíz de la falta de información oportuna entregada a la comunidad, sumado al negativo precedente en la salmonicultura, en torno al caso de los salmones muertos lanzados al mar en años anteriores.
Finalmente, y más allá del caso particular del buque Seikongen, el actual escenario plantea un problema de carácter más estructural que responde -dice Dieter Konow- a una de las falencias de la salmonicultura, que hoy no cuenta con planes preestablecidos para responder ante estas emergencias, donde los barcos no cuentan con la capacidad para solventar estas dificultades.