El economista, ambientalista y político Manfred Max Neef falleció este jueves a la edad de 86 años.
Max Neef fue el primer candidato presidencial ecologista en la historia de Chile y considerado pieza fundamental del movimiento en nuestro país.
En 1993, el académico se postuló a La Moneda obteniendo 387.102 votos, equivalentes al 5,55% del total de los comicios en los que se impuso el ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Actualmente, hacia clases en el Departamento de Economía de la Universidad Austral en Valdivia, plantel en el que fue rector entre 1994 y 2002.
Durante su carrera, escribió los libros «La economía descalza: Señales desde el mundo invisible» en 1982, «Desarrollo a escala humana: Conceptos, aplicaciones y reflexiones», de 1986, «La dimensión perdida: la inmensidad de la medida humana», de 2007 y «La economía desenmascarada: del poder y la codicia a la compasión y el bien común», en 2014.
Asimismo, en 1983, fue galardonado con el premio Right Livelihood Award, considerado como el Premio Nobel alternativo de Economía.
Tras conocer la noticia, la también ex abanderada en 1999, Sara Larraín, comentó a Emol que «estamos bastante consternados, porque él fue una persona clave para levantar justamente las alternativas de desarrollo vinculados a la equidad social y a la sustentabilidad».
«Es una tremenda pérdida para nuestro país, él fue el primer candidato presidencial que señaló los temas ausentes de la transición hacia la democracia y realmente abrió un espacio de un pensamiento progresista más allá de las distintas coaliciones políticas», añadió.
Asimismo, recalcó que «claramente él fue una persona que puso las bases de todo lo que fue posteriormente la institucionalidad ambiental».
Otro aspecto que destacó fue el rol que jugó Max Neef en la formación de Chile Sustentable, iniciativa creada en 1997 por organizaciones ecologistas, activistas, académicos, profesionales y ciudadanos para impulsar la elaboración de una propuesta para la transformación de Chile hacia un desarrollo basado en criterios de sustentabilidad.
Larraín, quien es tesorera de esa entidad, recordó que «él era miembro de nuestro directorio permanentemente, desde la conformación y actualmente como miembro honorario de nuestro directorio, así que estamos muy consternados».
No obstante, la activista sostuvo que también «estamos tranquilos, porque pudo vivir sus últimos años en Valdivia con los rangos y la actividad académica que le interesaba».
Fuente: Emol.