Fiscalía registra 54 casos por femicidio consumado, frustrado y tentado en los últimos tres meses

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19 de Octubre de 2016/COYHAIQUE Cientos de personas marcharon por las calles de la ciudad de Coyhaique, por la convocatoria a nivel nacional e internacional, por un rechazo a la violencia contra la mujer, y especialmente para recordar a Florencia, ni–a v’ctima de violencia con resultado de muerte. JONAZ GOMEZ SANCHEZ./AGENCIAUNO

El país llevaba horas bajo Estado de Catástrofe cuando Maribel falleció. Era el 20 de marzo y su cuerpo fue encontrado junto al de su hijo de 7 años al interior de su casa en la comuna de Diego de Almagro.

Había sido asesinada presuntamente por su ex pareja, quien, tras atacarla con un arma blanca, quemó la casa donde él también falleció por asfixia. Fue la autopsia la que permitió catalogar el caso como un femicidio consumado, homicidio y suicidio.

El hecho, dijo en ese entonces la seremi de la Mujer y Equidad de Género de la región, Jessica Gómez, «nos exige redoblar esfuerzos para erradicar la violencia de género, para que nunca más un hombre se sienta que puede decidir por la vida de una mujer».

Así, y con 26 años, Maribel se convirtió en la décima víctima de femicidio consumado en el país y la primera de muchos otros que continuarían en plena pandemia.

Marianela, Viviana, Ruth, Yulisa, Gladys, Nataly y Eliana fueron algunas de las víctimas que siguieron. Considerando el contexto sanitario, la preocupación por parte de instituciones y autoridades hacia la violencia de género se hizo presente rápidamente.

Se dispuso un fono de orientación, una campaña basada en el uso de una palabra clave para pedir la ayuda, y la petición, por parte de los fiscales, de medidas cautelares inmediatas en casos de flagrancia.

Sin embargo, los casos siguieron. De acuerdo a los datos enviados desde la Fiscalía Nacional a Emol, entre el 19 de marzo y 19 de junio se ingresaron 54 femicidios: 11 consumados, cuatro tentados y 39 frustrados.

La cifra es mayor a aquella registrada durante el mismo periodo del año anterior, cuando se constataron 34 casos.

«Hay distintas hipótesis»

El alza de los hechos que registró el Ministerio Público son por femicidios frustrado, que pasaron de 17 a 39.

Tanto el consumado como tentado, disminuyeron en un caso cada uno. El fenómeno lo aborda la jefa de la Unidad de Delitos de Derechos Humanos y Violencia de Género de la Fiscalía Nacional, Ymay Ortiz, señalando, entre otras cosas, un complejo escenario para determinar la situación en que se encuentran las víctimas de violencia.

Lo que nosotros creemos, porque no hay un aumento en los femicidios consumados, es que muchos femicidios eran calificados en las distintas fiscalías como lesiones, hoy día son calificados como femicidio frustrado. Y tiene que ver, creemos, con una mejor calificación porque hay una mejor comprensión por parte de los fiscales del fenómeno de femicidio», señaló la abogada.

Por ejemplo, detalló, el caso en que un hombre intentaba ahorcar a su pareja quedaba como dicho ilícito y no se calificaba la acción femicidida. «Hay distintas hipótesis para esto.

Claramente están rotos los canales, las víctimas ya no puede ir a comisarías y están, de alguna manera, encerradas por su agresor. Están doblemente confinadas: por la obligación de no poder salir y no tener redes, pero a la vez los agresores tienen un control total», manifestó.

Agregando además que los factores de riesgo, como la independencia laboral o autonomía, «ya no están porque el dominio es total»: «Si miramos que la violencia no es algo espontáneo, sino racional porque tiene un objetivo en la medida que es estructural y es parte de la dominación, a veces en su mente (del agresor) no es necesario ejercerla, porque la dominación en total».

Y ahí comienza la encrucijada: si el aumento de casos podría deberse a una unificación de criterios, si hay menos agresión por eliminarse los factores de riesgo o si la cifra negra podría ser mayor a lo habitual ya que las mujeres tienen menos condiciones para denunciar.

Quiebre entre lo público y privado

Una respuesta clara para lo que se está viviendo hoy en esta materia, añadió Ortiz, se podría encontrar terminado el confinamiento. Por ahora, se busca informar a las víctimas, incluso por radio en zonas donde hay analfabetismo digital, de lo que pueden hacer; que no se necesita ningún permiso para ir a una comisaría a denunciar, y que existen canales de ayuda.

«No sabemos lo que está pasando dentro de las casas. Y esto no es solo con la mujer. No sabemos qué está pasando con los niños que están fuera de la escuela, que era un lugar de denuncia, ya sea porque los mismos niños denunciaban o los educadores veían que los niños llegaban golpeados», lamentó.

Y cerró: «Como nunca se ha producido esa ruptura entre lo privado y lo público. No hay vaso comunicador hacia lo público, que es donde debería darse esa situación de protección. Ni siquiera la comunidad está sirviendo como un ente protector porque tampoco se sabe, los vecinos, junta de vecinos, otros lugares».

Fuente: Emol

Imagen: El Mostrador