Una tapa de madera camuflada en cerámica comprobó las sospechas de los gendarmes del penal Colina II. Debajo de ella, una pequeña excavación con una lanza enterrada. Según la información que manejaban los uniformados, esto marcaría el punto de salida del túnel que realizarían cercanos a los ocho reos que pretendían fugarse. El intento de escape llegó a oídos de los funcionarios días previos al hallazgo, ante lo que decidieron allanar el módulo cuatro. Allí encontraron dos celulares, que al revisarlos revelaron una serie de conversaciones quedaban cuenta del plan, según consigna La Tercera.
Los internos involucrados -entre los que se encuentra Juan Alexis Flores, condenado por el atentado al Subcentro en 2018- habían solicitado autorización para un torneo de fútbol entre los módulos cuatro y dos, que se realizaría el 29 de octubre, momento que aprovecharían para encontrarse, pero descubiertos no lograron llegar a la cita y fueron castigados con 30 días aislados en la celda de castigo.
En la institución manejan como hipótesis la reactivación de un túnel que se comenzó a construir años atrás, pero que solo logró llegar a 40 metros del perímetro de la cárcel cuando fue descubierto.
Una vez revelada la trama, se realizó la denuncia a la Fiscalía de Chacabuco, cayendo la investigación en manos del fiscal Osvaldo Soto, quien ordenó una serie de diligencias, entre estas el uso de una retroexcavadora, con tal de encontrar la conexión de túneles, tanto en la cárcel como en casas aledañas, algo que hasta el momento, según fuentes de la investigación, no ha logrado hallazgos.