Silencio respetuoso y claramente, un testimonio difícil para no estar de acuerdo. Las palabras utilizadas por Germán Mancilla, padre de la única víctima fatal del desplome del puente Cancura en junio de 2018, calaron hondo en las autoridades y vecinos presentes en el mismo emplazamiento donde ocurrió la tragedia.
Un llamado a que no se repita y que se determinen responsabilidades, más algunos chilenismos propios de alguien que perdió a un ser amado, como fue su hijo, fueron parte del discurso de Germán Mancilla, cuando fue invitado a tomar la palabra en la ceremonia.
Mensaje que llegó tras la entrega de una placa recordatoria en nombre de su hijo, idea nacida desde la misma Dirección Regional de Vialidad y que de cierta forma, contribuyó a que la misma instancia simbólica de instalación de la primera piedra, no fuera un festival de flashes y momentos de protagonismos políticos de turno, algo que Germán Mancilla aprovechó para expresar su sentir.
Este padre admitió que quizás su emplazamiento fue fuerte, pero no se arrepiente. Sin embargo, agradeció el homenaje a su hijo y agregó que con esto, comienza a cerrarse una etapa en su vida y rogó que una tragedia de estas características no se repita.
Cabe puntualizar que este puente está programado para terminarse en el segundo semestre de 2026, cuya inversión sectorial superó los más de 8 mil millones de pesos.
