Preocupación existe desde los distintos sectores, luego de que la Unión Portuaria del Bío Bío diera a conocer públicamente que no terminará la paralización que llevan desde el pasado 6 de noviembre en los puertos de San Vicente, Coronel, Puerto Montt y Lirquén – Penco, hasta no llegar a acuerdo firmado con el Gobierno. Lo anterior, con el fin de reivindicar pensiones de gracia para ese sector.
Es por ello, que desde los gremios alzaron la voz respecto de cómo está afectando ésta situación a las exportaciones e importaciones, entendiendo que muchas de las mercancías que generan gran cantidad de empleo en el país – fertilizantes, insumos de la agroindustria y salmonicultura en general – son conducidas a través de éstos desembarcaderos, los cuales al estar en paralización no logran cubrir las cuotas de abastecimiento requeridas por las empresas que venden estos insumos.
Entre los efectos a considerar que trajo este estancamiento, se cuenta la reasignación de los embarques hacia otros puertos, lo cual involucra gasto extra en logística, servicios portuarios, entre otros. Incapacidad de cumplir con los tiempos requeridos con los compradores de productos, por ende, los extranjeros optarán por otros vendedores.
Según los gremios, el escenario en el corto plazo traera consigo desabastecimiento de insumos que repercutirá directamente sobre las labores de productores agrícolas, además de la perdida de credibilidad de exportaciones chilenas.
En el mediano plazo se hará un enorme daño a la economia de las regiones ya que en este periodo se inicia la exportación más fuerte para la agricultura.
