Entre los años 2008 y 2011 un padre abusó de su propia hija, cuando ella tenía entre 6 y 9 años, en hechos ocurridos de manera reiterada en las dependencias del hogar donde residían tanto él como la víctima, junto al resto de la familia, en el sector de Rahue en la ciudad de Osorno.
Así logró acreditarlo el fiscal del caso, Guillermo Cáceres, antecedentes que fueron acogidos por el tribunal que –en defintiva- condenó a 13 años de presidio efectivo sin derecho a beneficios al imputado.
En este respecto, el persecutor valoró la participación de la víctima en el proceso judicial, que contó con la valentía necesaria para declarar en contra de su propio padre, en un acto clave para el desarrollo de las jornadas en el tribunal oral.
Detalles que fueron precisados ante los magistrados, donde –entre otros aspectos- se estableció que el condenado también en ocasiones llevaba a su hija a la ribera del río Rahue con la excusa de tener un día de pesca para proceder a cometer los abusos.
Y es que Cáceres siempre se mostró convencido en la participación que tuvo el acusado en los hechos que afectaron directamente a la menor que tiene por delante el desafío de sobreponerse a los oscuros episodios que marcaron su vida.
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