Así es calificado por sismólogos y especialistas en la materia. El terremoto de 1960, cuya magnitud de 9.5 en la escala de Richter lo sitúa como un evento que no se había registrado anteriormente en la historia.
Marcelo Lagos, geógrafo y sismólogo de la UC, calificó el terremoto como un evento gigantesco.
Tras el sismo, miles perdieron sus hogares, no había suministro de agua potable y tampoco electricidad, el hospital regional de Puerto Montt de aquella época tampoco resistió la fuerza del terremoto.
Ante ese oscuro panorama, bomberos salió en ayuda a la comunidad, así lo recordaba Martín Ercoreca padre, quien por muchos años fue Superintendente de bomberos en Puerto Montt y que en 1960 era un bombero de tan solo 23 años.
La capital regional de Los Lagos estaba casi aislada, si se considera que tanto la carretera, como el puerto estaban completamente destruídos. No obstante, la nueva pista del aeropuerto el Tepual de aquel entonces, había resistido y esta fue la puerta de entrada para la ayuda internacional.
Cabe destacar, que estudios recientes señalan que hubo algunos puntos de la zona de fractura de 1960 que aún son potencialmente peligrosos, así lo consignó Marcelo Lagos.
Hoy se cumplen 63 años de aquel 22 de mayo de 1960 y bien cabe preguntarse, no solo si los habitantes del sur tendrán el carácter, la entereza y la templanza de aquellos años, sino que además, que tan preparado está hoy nuestro país, su red y organismos de emergencia, para un terremoto de esas características.