Para algunos hoy se cierra una etapa, mientras que para otros la puerta sigue abierta. Pero, más allá de lo que ocurra en el difuso futuro, lo cierto es que este jueves culmina el plazo para solicitar el tercer y último retiro desde los fondos de pensiones permitido por el Congreso.
Así es, hoy se cumplen los 365 días contemplados para que los afiliados puedan hacer, por tercera vez, un giro previsional. Hito que pondrá fin a todos los procesos de estas características que regían en el país y que acarrearon intensos debates políticos y ciudadanos, los que seguramente serán recordados entre las medidas que más discusiones generaron en medio de la pandemia de covid-19 que ha azotado a Chile y al mundo.
Cada uno de los proyectos que dieron forma a estos retiros «excepcionales» fueron acogidos como una bandera de lucha por buena parte de los parlamentarios, varios de los cuales fueron en contra de su propio Gobierno dada la popularidad de la medida y la necesidad de ayudas a las familias para enfrentar la crisis sanitaria, generando un verdadero divorcio con un mundo técnico que no dejó de advertir los efectos colaterales de estos rescates en distintos frentes y las dificultades que tendría subsanarlos.
Una fuerte inflación, daños estructurales en el sistema financiero y perjuicios a las pensiones con poco más de 4 millones de personas que quedaron sin ahorros, fueron parte de las consecuencias tras haber liquidado más de US$50 mil millones del sistema que se tradujeron en cerca de 30 millones de pagos que promediaron casi un millón y medio de pesos cada uno, generando una drástica pérdida de profundidad del entonces sano mercado de capitales chileno y -de la mano de los apoyos fiscales- una explosión de consumo que sobrecalentó la economía.
Pero también los retiros permitieron un mayor dinamismo de una actividad fuertemente golpeada por el arribo del coronavirus, impulsando una salida más rápida de la crisis económica, junto con empujar emprendimientos y que muchas familias pudiesen hacer frente a sus deudas.
Sin embargo, una vez que las advertencias de los expertos comenzaron a concretarse y la pandemia a retroceder, el apoyo a los retiros fue cediendo, tan así que las dos últimas iniciativas que apuntaban a los mismo -cuarto y quinto retiro- no fueron aprobadas por el Congreso.
Con todo esto a la vista, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien en su calidad tanto de presidente del Banco Central como posterior jefe de las finanzas público fue un constante detractor de la política de los retiros, realizó un balance de lo que para él significaron los tres recates previsionales que sucedieron entre 2020 y 2022.
«El primer retiro representó un alivio en un momento de gran angustia económica por parte de muchos hogares», dijo. Sin embargo, agregó, «la repetición posterior ya fue evolucionando en otra dirección y, como sabemos, ha contribuido al aumento de la inflación como lo ha explicado el Banco Central tanto por un aumento insostenible de la demanda interna como por el efecto cambiario que ha tenido», expuso.
Dado esos efectos y «el hecho de que los retiros se hayan ido concentrando cada vez más en personas de mayores ingresos, creo que han hecho cambiar o reflexionar a los propios parlamentarios que desde el segundo retiro en adelante han ido disminuyendo su grado de apoyo a los retiros al punto de que en el caso del cuarto no se alcanzaron los quórum para la aprobación de la reforma constitucional y en el quinto ni siquiera se alcanzó mayoría simple a favor del retiro de fondos», dijo el titular de Hacienda.
Entonces, agregó, «hay una mucha mayor comprensión de que hay costos asociados a los retiros que se van volviendo considerablemente más importantes que los eventuales beneficios que podían tener».
Otro de los grandes críticos de los giros previsionales fue el economista y quien lideró la comisión asesora presidencial sobre el sistema de pensiones bajo el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, David Bravo, quien también entregó a Emol lo que para él es el balance final de los retiros.
«El balance final es una extracción de US$52 mil millones de los fondos para pagar pensiones que se utilizaron para consumo presente, por cierto, en un periodo de necesidad, pero empeorando de manera significativa tanto las pensiones actuales (producto de que se permitió a pensionados retirar de sus fondos con lo que sus pensiones cayeron automáticamente) como las pensiones futuras», subrayó.
Bravo recordó que cuando los integrantes de la comisión presidencial que él encabezó entregaron su informe a la entonces Presidenta Bachelet en 2015, se consensuó un diagnóstico de pensiones bajas con tasas de reemplazo muy lejanas a la realidad de países OCDE, por lo que era urgente aumentar los ahorros, incrementando el porcentaje de cotización y los fondos del Estado para seguridad social.
«Al cabo de casi siete años, no solo no se logró aprobar una reforma urgente de pensiones, sino que los retiros de fondos de pensiones empeoraron la situación inicial que se tenía. Por lo tanto, los retiros fueron una antireforma de pensiones impulsada por parlamentarios que, junto con expresar con sus palabras que había que impulsar una reforma para tener pensiones dignas, con sus actos (retiros) hicieron lo contrario», manifestó.
Por eso, espera que «el juicio histórico sea claro respecto de esta generación de autoridades, fundamentalmente parlamentarios/as, pero también los gobiernos y el mundo político que terminó siendo sobrepasado por esta marea. Mostraron frivolidad, populismo y notable abandono de su actuar responsable, en contraste con la conducta exhibi
Dicho eso, lamentó que «no es claro aún que los retiros se hayan detenido», agregando que «ojalá se cumpla lo indicado por el Gobierno de que pasó el tiempo de los retiros para dar paso al tiempo de la reforma de pensiones, antes de que sea demasiado tarde».
Por su parte, el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), José Manuel Mena, también se refirió al tema en entrevista con EmolTV y sostuvo que los retiros «fueron extremadamente dañinos para la capacidad de emprender, de tomar crédito a largo plazo, de tener tasas equivalentes a la de una economía desarrollada, como lo teníamos».
«Éramos felices y no nos dábamos cuenta», resaltó, recordando que hasta hace no mucho personas con poco tiempo en el mundo laboral tenían la posibilidad de tener créditos hipotecarios con plazos a 30 años y tasas del 2% sobre inflación, «lo que solamente tienen una quincena de países en el mundo».
«Eso se perdió y en forma sustantiva, no se perdió por un año, no es que esto lo vamos a recuperar en seis meses. Eso va a costar una década de trabajo sostenido y consistente para intentar recuperarse», afirmó Mena. «Hubo un efecto económico muy negativo, tal como se dijo y no nos creyeron, no lo digo como representante de los bancos, lo digo como técnico, como profesional, lo dijo el Banco Central y tantos expertos reconocidos», añadió.
Además, concluyó que los retiros generaron «un efecto inflacionario que ahora nos está dando susto».
Fuente: Emol
Imagen: https://www.tvu.cl/prensa/2021/04/28/las-afp-anuncian-fecha-para-solicitar-el-tercer-retiro-del-10.html